La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU . 841 no de sus iras, reduciendo o atando las de sus Enemigos, y los del Rey para que no crezcan tanto como yo temo y siento; y para que no nos hagan el daño que ya pueden a sus tierras, a sus Vasallos, y nuestra amada Religion que estará sin culto en aquellos terrenos por todo un tan largo Parentesis como el de 5 o 6 meses, sino se toma el arbitrio de bolver a poblar a Puno y poner un nuevo Exerci– to en campaña luego luego, y mucho mas antes de lo que se con– cive y piensan los Rebeldes. Consiguiente a esta proposicion estoy determinado, y quedo po– niendo los avisos oportunos al Exmo. Sr. Virrey, y a Su Magestad igualmente, que los convenientes a Arequipa para que salgan de alli sin perdida de momentos 1,000 hombres, y con ellos la Division del Collao quedando a defenderla la demas tropa, y a estas Provincias ya guerreras de adonde con la de Tinta, y el Exercito juzgo jun– tar con 1,000 fusiles y la artillería cor respondiente a fin de ir yo a restablecer dicha Villa, entretener a los Enemigos, y tal vez ven– cerlos, socorriendo a la Ciudad de la Paz, y las otras que quedan en el mayor desconsuelo y mas melancolico desamparo, que gemían quando no habían salido nuestras tropas a campaña. Esta providencia es la que me pide mi amor al Rey, y mi co– nocimiento de sus Enemigos, y de las ventajas tal vez invencibles que haran dexandolos poseer por todos los meses que dure la pau– sa de las armas en unos territorios en donde dexamos un quasi sin numero de Vasallos poco o nada seguros que lo vuelban a ser des– preciandose este medio. Bien conozco que al ver VS. esta propues– ta miase ha de admirar, por no decir otra cosa; pero yo hago y pro– nuncio lo que digo, y Dios que ve mis intenciones y corazon, seña– lará para mi empresa alguna de sus muchas .gracias, haciendonos Primaveras los Yelos : abundantes los Pastos, y tolerables los Tra– bajos de una obra que estan en favor de su Iglesia, y de un Rey que la ensalza, adora, y estima tanto como el nuestro. VS. (no puedo dudarlo) sera del dictamen opuesto a mi propo– sicion en esta materia, pero puede venirse a esta Ciudad, dexarla con la Guarnicion que ha tenido, o poco mas, y al cargo de un Gefe Político y militar hasta aora, e irse a la Capital de Lima a referir al Exm<? Sr. Virrey y sus afanes, mas despacio y abundadamente que se puede con la pluma. Fuera de que si vienen Enemigos de la Cos– ta, se necesita rechazarlos tambien por la parte de tierra y nadie lo podra hacer como VS. permaneciendo el Exm9 Sr. Capitan Ge– neral donde se necesite para todo; y si llega este tremendo caso, que aun puesto en la imaginacion me melancoliza y asusta, ya vé VS.

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