La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

850 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚP AC AMAR U Subir a Hancoamrca es un regalo espiritual. Conforme se asciende apa– recen, una tras otras, al lado de la laguna "Túpac Amaru", primero la de Aznacocha y después mucho más allá, la de Pomacanchi. Sin co– nocer éste como otros lugares y gentes del Perú, no se puede com– prender la grandeza de un pasado cargado de gloria, ni la psicología de un hombre vigoroso como nuestro indio, sencillo campesino, ni sentir el pasmo ante la incuria y pedante incomprensión posteriores. Además de Pampamarca y Tungasuca, circundan al lago peque– ños pueblos de indios como Rosasani (bello lugar, cuyo nombre sig– nifica "color de rosa"), Llalla, Ttume, Chacamayo y Suchupugio. En– tre Ttume y Chacamayo está el pueblo de San Juan Bautista de Mo– socllacta (o "pueblo joven"), situado poéticamente entre las lagunas "Túpac Amaru" y "Aznacocha". Mosocllacta está hoy en litigios con Tactabamba. Los de éste último lugar piden que los de Mosocllacta les cedan parte de sus tierras porque un aluvión les ha malogrado las suyas. Los de Mosocllacta se niegan porque se quedarían casi des– provistos de subsistencias. Dicen ellos, que es como el famoso "de– vestir a un santo para vestir a otro". Por debajo existe una pelea de siglos, litigio cuya razón siempre la han tenido los de Mosollacta. En el siglo XVII se adjudicó esos terrenos al cacique don Juan Pas– cual Puma, cacique del Pueblo Nuevo de San Juan de Papres (an– tiguo nombre de Mosollacta), por 300 pesos de a 80 reales. Este pa- · gó al contado 150 pesos. Estuvieron presentes 5 testigos, dando fe el escribano de Su Majestad don Diego García de León. El 5 de noviembre de 1647 se mandó que tomase posesión, y se le dió los títulos de las tierras el 23 de enero de 1648. Los de Combapata, con su cacique Pedro Auquihuaman, iniciaron querella sin éxito, pues la Audiencia de Lima amparaba al cacique Puma el 10 de diciembre de 1650, decisión ratificada el 4 de mayo de 1651. Y luego de algunos forcejeos judiciales, se entregaron dichas tierras al cacique de Mo– socllacta don Juan Pascual Puma, ante el escribano público Alejo Fernández Escudero. Como aquí, más lejos, en el pueblo de Santa Bárbara de Surimana, cuna de la familia de los Túpac Amaru, se clama por una Escuela para los niños de primeras letras (su número pasa de 40) cuyos padres desean darles educación. En general, to– car los problemas de un pueblo serrano es señalar casi los de otros pueblos. Los libros (de la iglesia de Pampamarca) que traen una mayor cantidad de datos sobre la familia Túpac Amaru, son los de bautismo y casamiento de Pampamarca; los de bautismo y difuntos de Tun– gasuca; y los de casamientos y difuntos de Surimana. Es de notar cómo en los libros aparecen los hijos llevando el nombre del padre,

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