La universidad: libro XIV de claustros (1780 -1790)

230 (ff. 174v.) CARLOS DANIEL VALCARCEL Maestros y los Cathedraticos, Doctores de Medicina an– tes que los Doctores Theologos. Assi mismo sera mui oportuno á este adelantamiento de Jovenes se ordene el que cada tres años cumplidos se diese una Contenta de los Grados de Lizenciado y Doctor sin precio excepto el que corresponde á los Derechos de las dos Caxas, y Manuales de los Examinadores é Inte– resantes por oposicion rigorosa, presisa é indispenzable, un trí.cnio en Theologia, otro en Canones en que puedan oponerse, combocandoles antes por Edictos publicas con termino de nueve dias los que ya fueren Bachilleres, ó bien sean Colegiales de todos los Colegios, ó Manteistasi, ó Abogados ó Religiosos de las tres Religiones: Santo Domingo, San Agustin, y la Merced que no tienen como las otras restantes Grados libres de Propinas cuya opo– sicion se haya de hacer leyendo por una (h)ora entera cada uno á su vez por su antiguedad de Grado con pun– tos rigurosos de 24 (h)oras sacados / ó en el Maestro de las S~ntencias, o en los De.cretales segun fuere el turno y sufriendo las dos replicas de sus Coopocitores, sin que por eso dejen los que obtasen de tener á su tiempo sin dispenza alguna las otras funciones que se previenen para los Grados de Lizenciado, siendo votos para la eleccion todos los Doctores, y .Maestros en todas las Faculte\des, entrando cada uno con un solo voto para ello, y hacien– dose la votasion en la tarde del dia siguiente á la ultima leccion, con las mismas formalidades que se observan en las proviciones de las Cathedras., y con la calidad de que ella en vista de ser un don de clase que hace distinguir en todo evento al elegido, nunca se escuse, pasando á con– ferirse de Claustro con el pretesto de que quedando uno solo de opocitor se hace superflua, y estraña, sino que se buelva á abrir la combocatoria hasta que ocurran suge– tos aptos é idoneos que lo disputen rigurosamente. que deveran en estos casos, á no querer ocurrir libremente, deputar los Superiores respectivos obligandoles vajo de las penas arbitrarias de sus reglas á efecto de evitar assi los arbitrios de los validos de hacer retirar á los mas benemeritos, y que solo lo acompañan unos ostentarios, meros meritantes en la realidad que de antemano acos– tumbnm ceder con elogios desmedidos los preciosos de– rechos al mas distinguido sufragio. Como despues de da-