La universidad: libro XIV de claustros (1780 -1790)
80 CARLOS DANIEL VALCARCEL que tiene para exhigir el haver sido elegido por Substi– tuto Secretario, y por el legal impedimiento que tubo, y tiene para ocupar este cargo en consorcio de la Escriba– nia de Camara, que obtiene, y que ignoró Su Magestad no se debe considerar como parte lexitima para contextar si está integra, ó no la Substitucion de la Secretaria, ni tampoco para ser oydo sobre el Capitulo de la inhavilidad de Don Mariano Llanos por su menor edad. Tambien dice Don Clemente que la Real Universidad procedió á havili– tar á este menor, para la Substitucion 4e la Secretaria, recídíendo solo en Vuestra Exelencia con que procedio el Claustro en esta eleccion, y nombramiento que hizo, bajo de la calidad de que entre tanto que su anciano Padre está en actitud para el desempeño del Oficio, solo asista de Escriviente en la Secretaria para instruirse, y hazerse mas capaz, y que por no tener edad suficiente para el ·exercicio del cargo, ocurra al Superior Govierno para que en él havilite su Persona. Pero bamos examinando la inhavilida~ de este Menor para el nombramiento que en él se hizo. El es de suficientes talentos, y de buena edu– cacion. Estoi persuadido que su edad es la de veinte y un años: Desde luego no se le dio el exercicio de la Secretaria, que llama Don Clemente Oficio de administracion de Jus– ticia. Diosele solamente, el de Escribiente de su Padre, que en aquella actualidad, como ahora estaba expidiendo todas las funciones del Cargo. En esta ocupasion de Es– criviente ha continuado instruyendose, y haziendose ca– paz de las obligaciones en que ha de Subceder al Abuelo quando falte; que tal vez para entonces tendrá la edad rigoroza que requiere el Derecho. Fuera de esto de orden del Claustro pasó á dar parte á Vuestra Exelencia de la nominación que se le havia hecho, y Vuestra Exelencia se dignó aprobarla, y comfirmarla, en la misma comfor– midad que aprueba, y comfirma las Cathedras que el Claustro da, ó por votacion, ó por mera aclamacion. Con este acto de sola la dignacion de Vuestra Exelencia creyó el nominado y su Abuelo que estaba evaquado el impe– dimento de la minoridad, y el descuido de sacar una pro– videncia in Scriptis que lo hiziese Publicamente dispensa_, do, como descuidan justamente los nominados para las Cathedras de hazer una comfirmacion authentica de las que le comfiere el Claustro. Y en efecto por lo mismo que en Vuestra Exelencia residen tan extendidas facul-
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