Los ideólogos: Cartas americanas

TESTAMENTO DE VIDAURltE XVII Novena.- Declaro que desde que fuí Oydor del Cuzco debo a don N. Gallegos treinta pesos que nunca se me han cobrado. Décima.- A un caballero español, vecino de Puno quedé debiendo cin– cuenta pesos que gastó en remitirme un criado al Cuzco. Ni me acuerdo su nom– bre ni nunca se me han cobrado. Undécima.- Debo a don Miguel de Maldonado o a su heredero el valor de unas pocas piezas de plata que me dió en Moquegua cuando pasé de Oidor al Cuzco, no se si fueron regaladas, no se me han cobrado en treinta años. Duodécima.- Debo a don Santiago Campos quinientos pesos, sus intere– ses están pagados hasta fines de Diciembre de mil ochocientos cuarenta. Con este señor hice contrato para la impresión del proyecto del Código Civil. De– ben entrar en su poder las cantidades que se reciban de Arequipa y Méjico, y concluida la negociación dará cuenta con arreglo a nuestro contrato. Décimo Tercera.- Declaro que a don Manuel Antonio Luzárnaga de Guayaquil debo, quinientos pesos que me libró a Quito por no habérseme da– do la dotación de la legación. Tengo pagados los intereses. Décimo Cuarta.- Debo al Sr. Consul General de S. M. Británica Wilsen seis onzas de oro. Décimo Quinta.- A la testamentería del Deán de Panamá cuatrocientos ochenta pesos por una esquela. Yo le defendí en una causa muí grave de es– tado. Me regaló la obra grande de Fleury. Pero me parece que :según lo deli– cado del asunto y hallarme entonces de plenipotenciario y comprometerme haciendo de abogado, no hubiera hecho mucho en perdonar el crédito. Esta materia se tratará amigablemente con sus albaceas, y se pasará por lo que ellos digan. Décimo Sexta.-Debo a la testamentaría del Sr. Julian de París, miembro que fue del Instituto, ciento treinta y siete pesos. Décimo Séptima.- Debo a otros dos individuos de Bourdeaux el resulta– do de unos libros que puse a venta a don José Grande, y cuya cuenta hasta hoy no he podido conseguir, no me acuerdo los nombres, mis albaceas verán si se halla algun apunte y pagarán el valor de la cuenta Décimo Octava.- Declaro que tengo por injusto un cargo que me hace un tal Martínez de París, por el resultado de unos pocos pesos que faltaron de una libranza, que fué a su favor contra don Gaspar de Orue de la Habana. Por el contrario debe instruir cuenta de los exemplares del Código eclesiás– tico, que pasaron a Méjico por su conducto y comisión. Décimo Nona.- Debo a un tio de don Gaspar de Orue y las Casas en La Habana cuio nombre no me acuerdo, cuatrocientos ochenta pesos. Mi primo don Gaspar de Orue y las Casas dará razón de ello. _.,._Vigésima.- Declaro que cuando estuve en los Estados Unidos tomé un dinero de M. Olivero el (ilegible) para la impresión de dos de mis obras, y le dejé mi plata labrada, mi espada de oro, mi bastón riquísimo de un topacio y los mismos volúmenes impresos de tres obras, á saber el libro de la! fac– ciones, el código penal, y el manifiesto contra Bolívar, y aunque en los años que han pasado le he exigido me instruya en forma la cuenta, y me remita· los

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