Los ideólogos: Cartas americanas

492 MANUEL LoRENZO DE VrnAURRE nombrado: y entonces el gran freno del pudor no atreviéndose a proponer lo que no es ventajoso a los intereses comunes. Si los representantes del pueblo fuesen nombrados directamente por el pueblo, sería tal vez indife– rente, sería menos malo. Empero en una elección indirecta, en que ya de– sapareció lo voz del pueblo, debe doblarse la vigilancia. ¿Y será de oirse el gasto e incomodidad que resulta de pasar un gran número de electores a las capitales dei los depaTtamentos? Ya la vista del señor vocal dijo muy bien: que privado del derecho de ciudadanía un in– menso número de personas por los casos del artículo 14, los colegios no ten– drán esa multitud que antes de reflexionar se presume. Mas sean ciento, sean grandes los gastos y mortificaciones; nada de esto es de atenderse, cuando se trata de mantener la libertad e independencia de la nación, que no puede lograrse,, si las elecciones llegan a convertirse en máquinas, cuyos resortes todos sean movidos por una mano. Quisiera extenderme en una materia que hace centuplicar el movi– miento de mi corazón. No lo hago, porque el tiempo no lo permite, debien– do hoy concluir la consulta; y también porque estoy firmemente persuadi– do que el secretario que ha de ver mi voto, será el que más lo apoye; y ca– da pensamiento mío dará mérito a infinitas observaciones suyas. Ambos tenemos un solo deseo, que es hacer feliz nuestra patria. Lima y enero 17 de 1827. Manuel Vidaurre. CARTA DETALLANDO EL MODO COMO SE LIBERTO EL PERU Lima y enero 28 de 1827. Amigo mío: el Perú es libre: sería una traición a nuestra amistad, comenzar por otra cláusula mi carta. Proceder por prolegómenos Y ro– deos para dar una noticia de placer, me degrada y fastidia. Cuando me interesa el éxito de un negocio, y se me prepara por un discurso dilatado, siento un verdadero tormento. Cierto U. de que somos libres, ya puedo entrar en detalles. No serán tan elocuentes, pero tampoco tan impropios como los de Racine, cuando se le refiere a un padre la desgraciada muerte de su hijo. Pensará U. que me hallo en el cúmulo del gozo: ¡cuándo llegaré a teneTlo! Siempre hay algún vacío en los placeres más intensos. Un orgullo racional y personal se mezcla para que mi satisfacción no sea completa. Es preciso instruir a U. del estado en que se hallaba mi proyecto, y mani– festarle después el modo como salió la República de la . esclavitud en que era constituida.

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