Los ideólogos: Cartas americanas

CARTAS AMERICANAS 509 mucho del honor del gobierno de Colombia, y de la gloria y reputaci6n de la República: sirva esta insinuación de base, para que oficial y privadamen– te pueda tratárseme de cuantos puntos conduzcan al bien de Colombia y el Perú, a perfeccionar su amistad, y estrechar sus vínculos de aliados y her– manos. La independencia de cada Estado, y su plena libertad para dispo– ner de su suerte son objetos muy sagrados para mi corazón. Cuando las turbaciones del Perú, en tiempo de Riva Agüero, o an– tes, algunos pueblos del departamento de Trujillo (hoy la Libertad), pre– tendieron incorporarse a Colombia, y los rechacé: otros pueblos de Costa Rica hicieron igual pretensión, y también la desoí. Una conducta contra– ria habría sido el germen de disenciones y de anarquía entre los Estados americanos; la Europa habría retraídose de entenderse con anarquistas am– biciosos, y la España no habría desperdiciado tan preciosa ocasión. Veo ya destruido el Proyecto de confederación de Colombia, Perú y Bolivia: aquí generalmente es mirado con aborrecimiento y desconfianza. Nuestros negocios políticos van recobrando su fuerza moral: el Li– bertador está restituyendo poco a poco el vigor de las leyes en los cuatro departamentos del norte que gobierna inmediatamente: en los otros ocho que tengo aún bajo mis órdenes no hay novedad. El Congreso está próxi– mo a reunirse, y entiendo que su mayoría sostendrá firmemente el sistema político alterado con los disturbios de Venezuela del año anterior, aunque oirá las reclamaciones de los pueblos para hacerles el bien posible. El Li– bertador ha dimitido otra vez la presidencia; se cree que no será admitida. Yo estoy pronto a dimitir también la Vicepresidencia, y resuelto a sepa– rarme de ella de grado o por enfermedades. Es justo que turne este en– vidiado destino en otros: yo lo he servido por muchos años; y en estos úl– timos años, y en estos últimos días me he expuesto a mil disgustos y des– gracias. No hay tiempo de haber recibido respuesta del Libertador a los avi– sos que se le han dado sobre el suceso del 26 de enero: él permanecía en Caracas el 14 de marzo fecha de sus últimas cartas. Su vigoroso patriotismo, sus luces y experiencia le han colocado en su natural destino: lo celebro por el bien de la causa americ~na y por la per– fecta amistad, que profeso a U. Deseo que goce U. de salud, y que logre organizar sólidamente su patria: con los sentimientos de distinguida consideración y muy fino apre– cio me Tepito su muy apasionado servidor y amigo que S. M. B. F. P. Santander.

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