Los ideólogos: Cartas americanas

540 MANUEL LORENZO DE VrnAURRE don José de la Riva-Agüern era presidente, y que el general Bolívar venía en persona a nuestro auxilio. Brinqué de gozo y determiné mi viaje. Y o haré, dije entonces, libre la isla de Cuba. El pabellón español no tremolará en ning~n punto de la América. Estaba íntimamente convencido, que Riva– Agüero amaba su patria 10 y que al héroe de Colombia lo acompañaba la victoria. Ya podía hablar así, porque ya no era español. Llegué a Guayaquil, y allí recibo cana del Libertador de las Amé– ricas en que me dice: su patria de V. perece:· necesita muchos Vidawres, y no habiendo sino uno vuele ese en su auxilio. 11 Se sabe en Lima mi llegada y todos se congratulan. Mi ambición quedaba satisfecha. No había Perú, eran unos cortos lugares, los asilos de la expirante Libertad. Un Semi-Dios era preciso para dar nuevo ser a nuestro mundo político. Me uno con él en sentimientos, y por su orden fundo la Corte Superior del departamento de los libres. Tuve la gloria de ser el padre de ese tribunal, y que no se levan– tase el cadalso en el tiempo de mi magistratura. Todos los meses daba un discurso. Era mi ánimo, que los pueblos aprendiesen insensiblemente el de– recho público. Mi renta eran cien pesos mensuales, de modo que tuve que contraer grandes empeños para sostener mi dilatada familia. Empeños que hasta hoy no pude del todo cubrir. Llevaba siete años de viajes y gastos inmensos, y había hallado en entera desnudez mi mujer y mis hijos. 12 La generosa asignación del general San Martín, se había suspendido en el go– bierno de Torre Tagle. Se me nombró presidente de la Suprema yo ruego que se impriman las cartas que escribí con la noticia a S.E. el Libertador y al señor Carrión. Dije que el llamado para aquél destino era el señor don Francisco Valdi– vieso. 13 Que yo aún era oidor del Rey de España, cuando el era ministro por la patria. Que en gobierno tan justo era echar un borrón o mancha. Que para mi era bastante ser vocal de la Corte. l\1i nombramiento se efec– tuó, y el ser justo en él, es ·10 que ha producido el Anónimo. 14 (10) Cuando me dijeron que era traidor se me hizo increible: fue preciso para convencerme, que se nne manifestasen los documentos. (11) Se me llama también partidario del gobierno. Es decir de Bo– lívar. Córtenme la lengua y las m anos. Solo asi dejaré de escribir y pu– blicar, que hubiéramos sido enteramente esclavos si no hubiera sido por Bo– lívar. Esto es conocer la justicia y proceder con arreglo a ella. Pero yo im– primiré la carta que le remitió .este adorador de su mérito al tiempo de se– pararse de Lima. Ningún libre era capaz de poner bajo su firma lo que yo puse. Estoy de plenipotenciario, se verá si la amistad con S.E. me hace pres– cindir un ápice de los derechos del Perú, en caso que no se convengan con los de Colombia. (12 ) A nadie mas bien que al señor Alvarez constan estos hechos. ¿Con qué renta se remplazará lo que he perdido por sostener los derechos de la América? (18) Si todos los patriotas tuviesen esta moderación los pueblos go– zarían la libertad más verdadera. (14) También para impedir que se me nombrase diputado. Yo me glorio con un griego, que ocupen la tribuna hombres, más honrados, más desin teresados, y de más luces que yo.

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