Los ideólogos: Hipólito Unanue

108 JORGE ARIAS-SCHREIBER PEZET Landaburu lo que se le debiera. Que Landaburu reclamó de esta resolución y marchó enseguida a España, llevando consigo cuantos reclamos le proporcionaba su casa. Que a pesar de esas diligencias activas, se mandó en Real Cédula de cinco de junio de mil ochocientos tres, se rindiere cuenta por Landaburu, de los productos de la Plaza desde su esta– blecimiento; por lo que tuvo el Señor Unanue que hacerse cargo de tan laboriosa operación, para contrariar los esfuer– zos que hacía el poderoso partido que quería despojar a Lan– daburu de la Plaza. Y que la casa de su habitación tenía más censos que valor, y el Marqués de Montemira disputaba el dominio de la parte principal. - 11?- Itero: Declaramos, como declaró el . expresado señor, en la cláusula tercera de su memoria, que había contenido el des– pojo de la Plaza y que con los pingües productos que vendía, bajo su administración, socorrió con abundancia a su dueño, y desempeñó en alguna parte esos bienes hasta el año de miJ ochocientos nueve, en que por Real Orden, se mandaron se– cuestrar todos, como también los papeles que pertenecían al referido Landaburu por su adhesión a la Causa de la Inde– pendencia de América, y que en consecuencia fue separado el Señor Unanue de la administración de dichos bienes y aún se trató de su confiscación y venta a favor del Estado.- 12?- Item: Declaramos, como declaró el referido señor, en la cláu– sula cuarta de su Memoria, que habiendo podido impedir, por una protección de la divina providencia, la confiscación de los bienes de Landaburu y conseguido su devolución, los administradores de cuenta del Estado, bajo mil trabas, has– ta que se le proporcionó ir a España como Diputado por la Provincia de Arequipa, y por ese medio la ocasión de hacer cuanto fuere posible a favor de Landaburu y sus bienes. Que en fin de julio de mil ochocientos catorce en que llegó a Cá– diz, tuvo la noticia de que Landaburu había muerto en Lon– dres, sin haber podido conseguir se le devolviesen sus bie..: nes y que había subsistido con los auxilios que últimamente le había él remitido, por lo que no había dejado en su fa– llecimiento, sino esos bienes secuestrados, sujetos a pleitos graves y sin fondo alguno para poderlos seguir, pues aunque el señor Unanue durante su administración por cuenta del Estado, había enterado en Caja, más de cien mil pesos en favor de los productos, según las cuentas que vendía anual– mente, no se le quiso dar tan solo un real de auxilio para su viaje a España .-