Los ideólogos: Hipólito Unanue

HIPOLITO UNANUE XIX Real Academia Médica de Madrid, a la Academia de Ciencias de Municli, a la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia, a la Sociedad Linneana de París y al Ilustre Colegio de Abogados de Lima. Algunos diplomas de estas sociedades científicas en las que fue incorporado se reproducen en facsimilar en este volumen. Capítulo novedoso y con abundante material para futuros es– tudios biográficos es el relativo al epistolario sobre asuntos aca– démicos y literarios. Esta correspondencia abarca un período de casi diez y siete años, desde enero de 1814 hasta noviembre de 1830. En él figuran notables personalidades científicas de Europa y Estados Unidos de América, como el barón de Moll, sabio natu– ralista alemán, Secretario de la Academia de Ciencias de Munich; el barón de Karwinski, destacado científico de Baviera, experto en mineralogía y obras hidráulicas, que ofreció sus servicios al país para fundar un Instituto de Minería; el doctor Nicolás Enrique Julius, ilustre médico alemán, autor de importantes trabajos so– bre la fiebre amarilla y otras enfermedades tropicales; el doctor Samuel L. Mitchell, distinguido médico y literato, quien propuso la incorporación de Unanue a la Sociedad Literaria y Filosófica de Nueva York y el doctor Félix Pascalis, Presidente de la Aca– demia de Medicina y de la Sociedad Linneana de Nueva York. La correspondencia entre Unanue y Pascalis es extensa y particular– mente ilustrativa. Por ella se llega a con·ocer que muchos de los trabajos científicos del sabio peruano -entre ellos sus estudios sobre la coca y la Unannea febrífuga- fueron traducidos al inglés y publicados en revistas médicas americanas, principalmente en la Crónica de Ciencias de New Port y . en el Repositorio Médico de Nueva York. Igualmente informa sobre las gestiones que se reali– zaron para traducir al inglés "El Clima de Lima", proyecto que no pudo cristalizarse entonces por el mal estado de salud de Pas– calis. Hay también interesantes noticias sobre diversos aconteci– mientos de la época en los Estados Unidos de Norteamérica, co– mo el apoteósico recibimiento que se tributó al general marqués de Lafayette en 1824, a quien se declaró Huésped de la Nación, otorgándole los más altos honores militares y civiles que persona– je alguno había recibido en el país del norte. Uno de los capítulos de mayor extensión corresponde a los do– cumentos sobre el Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernan– do, inaugurado en octubre de 1811. La idea fundamental, que desde años atrás germinaba en la mente de Unanue era crear una insti-

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