Los ideólogos: Hipólito Unanue

XXIV JORGf: ARIAS-SCl-IREIBER PEZET del señor Unanue es digno de envidia. El obra según un sistema, que se ha farmado y en el que quiere permanecer; a él no le arre– dran ni atemorizan las diferentes circunstancias. El fue siempre realista, y quiere serlo. No realista dependiente de la España, por– que ama a su patria lo mismo que yo. Desea una soberanía cons– titucional en la América. Choca con la opinión general, pero su virtuosa alma es tan inalterable como el Olimpo". La mayor parte de los documentos sobre asuntos políticos co– rresponden a la participación de Unan'ue en el gobierno del Liber– tador Simón Bolívar, quien le confió por segunda vez el Ministe– rio de Hacienda y posteriormente las carteras de Gobierno y Re– laciones Exteriores, Justicia y Asuntos Eclesiásticos y la Presiden– cia del Consejo de Gobzerno. Se ha reunido n·umerosos oficios y comunicaciones que envió como Ministro de Gobierno y Relacio– nes Exteriores a los agentes diplomáticos del Perú en Londres, doctores José Joaquín de Olmedo y José Gregario Paredes, con ins– trucciones sobre los empréstitos que gestionaban dichos agentes en Inglaterra y diversas comunicaciones de carácter administrativo. Hay también algunas notas en las que el prócer, alejándose del formulismo oficial, proclama con entusiasmo sus sentimientos pa– trióticos y su admiración por Bolívar: "hoy tenemos el gran: su– ceso de la rendición del Callao, verificado antiayer por medio de las capitulaciones que verán V. S. S. insertas en la Gaceta extraor– dinaria, del mismo día que con nota separada les adjunto". "El suceso del Callao, debe hacer perder a la España cualquier espe– ranza que tuviese de conquistar al Perú. Y a no existen los Agen– tes de la antigua Metrópoli que arbitraban los medios de some– ternos nuevamente al yugo feroz; y ahora es el tiempo en que ca– da Peruano se dedique tranquilo a la industria y al comercio, sin oír el estrepitoso ruido de las armas que por tanto tiempo l~s in– quietó. Dichosos ellos si saben recoger los frutos de la libertad que han alcanzado a costa de tantos sacrificios; y por medio de los es– fuerzos del inmortal y extraordinario hombre de la América, Si– món Bolívar". Digno de encomio es el desempeño de Unanue en la Presiden– cia del Consejo de Gobierno. Nos muestra a un estadista de incan– sable actividad, no obstante que el peso de los años y sus contí– nuos desvelos lo incitaban al reposo. Hombre de acción y propul– sor de instituciones que enrumbaron el país por los senderos del progreso, su gestión gubernativa fue esencialmente creadora. Gran