Los ideólogos: Hipólito Unanue

HIPOLITO UNANUE 55 al oficio de Cabildo se sirva V. señoría mandar que el Escribano de él le dé los siguiente testimonios= Primero del Poder que en veinte de Diciembre de mil setecientos noventa y nueve otorgó el Doctor Don Agustín Landaburu ante el referido Escribano. ins– tituyendo por sus apoderados a Don Juan de Belzunce, y Don Hipólito de Unanue=Segundo; el Poder que dicho Señor dio para testar· a los referidos en dos de Enero de mil ochocientos= Tercero: el Poder para Testar que el difunto Don Juan de Bel– zunce dio ante el referido Escribano en veinte y nueve de Di– ciembre de mil setecientos noventa y nueve al Doctor Don Agus- tín Landaburu y en segundo lugar al Doctor Don Hipólito Una– nue. Por Tanto=A V. señoría pide y suplica se sirva proveer se- gún y como lleva pedido por convenir así, a su derecho etcétera= Hipólito Unanue. Decreto: Lima y Enero quince de mil ochocientos catorce= Como lo pide con citación=Belón-Proveído y firmado por el Señor Doctor Don Cayetano Belón, Ministro honorario con anti– güedad de la Audiencia de Chuquisaca, y Juez de Letra~. en el día de su fecha=Antemí José María de la Rosa: Escribano Teniente del Oficio público de Cabildo= En el mismo día de la fecha del Decreto anterior, ~ité para lo que se manda en él al Señor Doc– tor Don Francisco José de Arregue, Síndico Procurador General de esta ciudad, en su persona doy fe= Poder para testar. Rosa = En el nombre de Dios Nuestro Señor Amén, sepan cuantos P.sta carta de mi testamento última y final voluntad vieren como yo Don Juan José de Belzunce y Salazar, Caballero de la Orden de Calatrava, natural que declaro ser de esta ciudad de los Reyes, hijo legítimo de Don Juan Bautista de Belzunce y de Doña Rosa Catalina de Salazar y Muñatones, mis padres difuntos que Santa gloria hayan; estando en sana salud a Dios Nuestro Señor las gracias y en mi entero y sano juicio, memoria y entendimiento natural; creyendo como firme y verdaderamente creo en el altí- simo Misterio de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas, y una Esencia Divina, y en todo lo demás que tiene, cree, confiesa, y enseña, Nuestra Santa Ma– dre Yglesia, Católica, Romana, bajo de cuya fe y creencia he vi- vido y protesto vivir y morir como católico fiel cristiano, eli– giendo como elijo por mi Abogada, e intercesora a la Serenísima Reina de los Angeles María Santísima Madre de Dios, y Señora nuestra, para que interceda con su divino Hijo perdone mis pe– cados, y ponga mi alma en carrera de salvación; y temiéndome de la muerte que es cosa natural a toda criatura humana y es-