Los ideólogos: Hipólito Unanue
48 JORGE ARIAS·SCHREIOFR PEZET La falda comprendida entre aquella gran sierra y el Océano Pacífico, que, con la latitud de veinte legunas más o menos, for– ma la costa del Perú, siendo la más baja, goza, con todo, de un temple suave y agradable. Concurren a proporcionárselo su situa– ción encerrada entre la cordillera y un gran mar, los vientos austra– les que son en ella perennes y la aproximación del Sol que sin las circunstancias anteriores harían quizá inhospitalarias nuestras arenas. El soplo de los vientos del sur, que corren una gran super– ficie marítima, trae a estos llanos el frescor y la humedad. Pronto el calor del clima Ja reduce a vapores que, cerrados por la cordi– llera y sus ramos, queda formado sobre la costa un toldo o tejido de nubecillas que, defendiéndonos del sol, nos hace disfrutar casi todo el año una temperatura de primavera . En el centro de este teliz pedazo del globo está el valle ameno de Lima, sitio de la rica y culta capital del Perú . Así parece que alrededor de ella sobresalen las gracias y los encantos de Ja agra– dable temperatura de esta costa. En su horizonte el Sol todo es aurora eterna el tiempo todo es Primavera; sólo es risa del Cielo cada hora, cada mes sólo es cuenta de la Esfera . Son cada aliento un hálito de Flora, cada arroyo una Musa lisongera; y los vergeles, que el confin le debe, nubes fragantes con que el Cielo llueve. (PERALTA. Lima fundada. Canto 8.) No se juzgará que el acalorado entusiasmo del primer poeta de América ha cargado de coloridos el cuadro de esta descripción, Jio, señala el grado de congelación; en la lluviosa sube a los s~ sobre el hielo, y su temple medio puede reducirse a 4~ de calor. La vegetación ma– nifiesta igualmente Ja inclemencia del 1emperamento en que se halla. Los arbustos que alli nacen son leñosos, resinosos y cubiertos de cortezas fir· mes, para que puedan sostenerse contra el frío . De Jos 15 a los 21,000 pies en que terminan los más allos picos de Jos Andes corre una zona glacial, que, siguiendo la dirección de Ja cordillera para uno y otro polo, va descendiendo con su limbo inferior, a proporción que se retira de la línea. Al atravesar los trópicos baja a los 13,000 pies. A Jos 45~ de latitud está sólo a los 8 ó 9,000 pies de elevación, y a los 60 ó 70' toca la superficie del globo, demarcando, en todo su círculo el tér– mino de la vegetación y Ja vida . En Ja cima de los Andes, lo mismo que en el polo, habitan y braman los vientos impetuosos. Nimborum patria, loca /aeta /11re111ibus austris. (Virg.)
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