Los ideólogos: Hipólito Unanue

868 JORGE ARIAS·SCHREIBER PEZET AÑO: 1825 488 EXPOSICION SOBRE LA HACIENDA PUBLICA DEL PERU POR EL MINISTRO Dfi, ELLA Señor: En el ·tiempo en que la patria ha luchado, con varia suerte, para conseguir su independencia, he sido llamado tres veces a des– empeñar el Ministerio de Hacienda. En las dos primeras existían algunas ruinas para reparar el edificio. Mas ahora han desapare– cido hasta los escombros. Pereció la libertad del Perú , no tanto por la fuerza del ene– migo, cuanto por la negra traición de los desnaturalizados que les entregaron la capital y las fortalezas del Callao. Aniquilado el todo, nada podía quedar de las partes que lo formaban. En tal angustia era necesario que, para repararle, apareciera un genio de aquellos que la Providencia soberana hace existir a muy distantes épocas, en la carrera de los s iglos. Nació éste en Colombia y le condujo entre nosotros, cuando por todos sus ángulos se desplomaba el Estado. Homero, en el calor de su extraordinaria imaginación, quiso a veces exaltar de tal manera la grande alma de los héroes que, sirviendo sus imágenes como una prueba del pensar sublime, no se hallara el original en la naturaleza humana . No será lisonja si yo digo que, después de siglos y siglos vino a encontrarse el de Ayax rodeado de peligros y tinieblas, en los abrazados desiertos de Huarmey y Casma, en la persona del general Bolívar. Alrede– dor de él y a muchas leguas nada existía que no le fuese adver so. La estación, los elementos, los hombres, la guerra, la infidencia, la anarquía, la desolación general del país, todo amenazaba de cerca la propia existencia del Perú. Los que habíamos querido sepultarnos bajo las ruinas de la patria, rogábamos al cielo le abriese algún camino por donde pu– diera retirarse al Ecuador. De allí con más fortuna y con tropas y recursos, volvería, en otros días felices, a emprender la liber– tnc:! del Perú, de la que, aunque nosotros no disfrutáramos, goza– rán nuestros hijos.

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