Los ideólogos: Hipólito Unanue

lllPOLITO UNANUI! 899 te, viernes, en que se hacen las disecciones anatómicas por la ma– ñana. Y si ocurriese a lgún embarazo, se practicará en el martes inmediato, que está igualmente destinado a las funciones anatómi– cas. Aplicará igualmente el vendaje respectivo. 12. La tercera parte de la conferencia clínica comprende la observación. Observación de parte del que diserta; observación por parte de los facultativos que le oyen. El que diserta terminará la historia de la enfermedad que expusiere, confirmándola con ob– servaciones propias o sacadas de los colectores de ellas. Los que oyen, según el orden de su an tigüedad, observarán los defectos y equivocaciones que hubiesen notado en la exposición, oponiendo argumentos precisos, sacados de la experiencia de un justo racio– cinio. El disertante deberá contestar con claridad y brevedad a ellos. Para que en esta parte se obvien todos los extravíos y sutilezas me– tafísicas, se advierte que luego que se proponga alguna objeción de este género, se dejará s in respuesta y se pasará a otro la facultad de hablar. 13. A fin de sacar de estas conferencias clínicas toda la utili– dad posible en favor de los profesores que concurren a ellas y del público, se establecerán a lgunas concurrencias extraordinarias, des– tinadas a contestar a las consultas que quieran hacerse. 14. S i el consultante fuere alguno de los facultativos que con– curren al Anfiteatro y descase ser socorrido con las luces de sus compañeros sobre alguna enfermedad que se halle actualmente tra– tando, deberá ponerla de palabra o por escrito, observando méto– do, verdad y sencillez en sus relaciones. Cada uno de los asistentes, empezando por el más moderno, deberá darle su parecer, fundán– dolo. Si el caso necesita meditación, se reservará la respuesta para otro día, que se señalará según lo exigiese la urgencia de él. En el entre tanto, deberá cada uno meditar y estudiar el punto para dar dictámenes seguros. 15. S i alguno del público quiere igualmente que se le oiga sobre sus males, se ejecutará lo que se refiere en el párrafo 14, y, según el mayor número de votos, se le contestará de palabra o por escrito. Cuando el paciente no pueda presenciarse, ni tenga por su indigencia facultativo que dé razón de él, se deputará uno de los del Anfiteatro para que lo visite, ordene y exponga su enfermedad, y siga asistiéndolo graciosamente si fuera preciso.

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