Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo
JO E BAQUIJA O Y CARRILLO 87 atequizan, persuaden, y convencen. El hombre se forma, el cris– tiano renace, los ídolos se pulverizan, los templos se consagran, la iglesia, esa arca misteriosa, abre las puertas, y en su seno pre– s rva a tanto pueblo bárbaro destinado a perecer en la inunda– ción general del paganismo; y roca inaccesible, árbol magestuo– so, ve estrellarse las olas que el infierno en su furor agita; des– precia el huracán violento con que intenta derribar esas tiernas ramas, esos débiles frutos, que aún en brote lo avergüenzan, in– sultan, y estremecen. Religión santa, defiende tu conquista: doma y encadena la rabia y el esfuerzo, con que el príncipe infeliz de las tinieblas pretende desposeerte del imperio que vas establecien– do. Graba el nombre de Jauregui en tus gloriosos fastos, pues por la paz con que humaniza y domestica al infiel indio, te fe– cunda y aumentas en Arique, Tolten, Niebla, y Ríonuevo . .... . - [26] Las virtudes se auxilian, no se oponen. El respeto de Africa, el restaurador de Guantánamo, el terror de Roatan, no ele– vará el augusto y magnífico altar de la unión y concordia, sobre los débiles y abatidos fundamentos del abandono y la necesidad. Una paz afianzada en el ruego y la súplica, lejos de asegurar el reposo y la tranquilidad, excita y conmueve a la turbación y des– orden. No se venera lo que no se teme, ni se ama lo que se des– precia. La gloria no corona ni aplaude esa cesión violenta y for– zada, que envilece y deslustra al mando y al poder por la culpa– ble imposibilidad de defenderlos. Cuando nada tienta halaga, ni exalta, porque todo sujeta, doblega, y humilla, es fácil continuar en la moderación y humanidad que principia y persuade la fla– queza. Distante de V. E. aquesta idea. La capital de Chile ve formarse tres regimientos, que atestiguan y convencen que la dul– zura y la afabilidad detienen el destrozo y devastación; pero que ésta sabrá extender el escarmiento, el castigo, y la pena, al pri– mer insulto de los enemigos (29). Serán rechazados dando el or– den, el método y la regla al acero, y al fuego la acción más homi– cida. La dis iplina militar, esclarecida en sus principios, adiestra que el necesario para andar vestidos, e una gran ventaja para la fábrica inglesas. No han sido estas la ideas de nuestro ob ranos. La con– versión de los indios, el aumento y propagación de la fe, ha ido icmpre el primer objeto de sus c•1idado , sin omitir p:ua e l glories fin los más encarecidos encargos, y la cnlc1 a franqueza e.le us l't!alcs haberc ·. (29) Certwn numernm militwll 011scriptum ali necessc e t, qui sem– perad quosuis impetus lzostium excipiendos parati ·unt, et expediti. lkrod. Lib . 7 de decem millibus Pasarwn, qui immortales dicti swzt.
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