Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo
JOSE BAQUIJANO Y ·cARRILL()· ·203 cias, que obtienen y consiguen los primeros. ·Si la Iglesia por la prudente circunspección que la dirige y gobierna (reserva que ve– mos observada en puntos (17) sagrados y ·superiores} ha evitado darle el último grado de autoridad y creencia, ella lo ha coloca– do en la dignidad de misterio, físicamente seguro, metafísicamen· te constante, infaliblemente cierto,· indubitable, y aun de fe en lo laudable de la opinión, como se explica el cardenal Juan Everar- do Nidhardo (18), con toda la grosería y desaliño (19) de ese esco– lasticismo que quiere pasar a otra lengua las palabras de un idioma extranjero. Nuestro autor más moderado, y juicioso no esparce esas pre– cipitadas y criminales censuras, que acaloran e incendian los odios y partidos, nunca más perjudiciales que en los combates teológi– cos, en que se interesan la religión, y el recomendable precepto de la conformidad, unión, y concordia de . sus miembros. Penetra– do de que es arruinar el edificio de la fe, sobrecargarlo de artícu– los inútiles para la salud; que ese aumento es una abominable (17) Los diputados del Concilio de Aquisgrán suplican al Papa León les permita cantar el símbolo con la adición que el Espíritu Santo procede del Padre, y del Hijo; y el Papa responde: No se debe cantar públicamen– te todo lo que se cree ser de fe. Vid. Hist. del mundo por M. Chevreau cap. 14. Pág. 631. , ' (18) El dice que no es de fe la verdad de la opíhión~ pero lo ·es Ja piedad de ella; añade que notar de herejíc,t a los que siguen la contraria, no es prohibido, con tal que no se diga asertivamente, sino problemática– mente; se adelanta a afianzar que aun guardar silencio, y no publicar el misterio es condenado: non tantum loqüentes culpantur Dominicani sed . J etiam tacentes aduersus totam Pontificis dispositioném obloquuntur. Qua propter est loquens silentium quod non minus quam uox ipsa producit scandalum. Vid. Apología por las religiosas de Puerto Real part. 4. Pág . .3 y al padre Vicent Barron. Apolog. Ordin. Praedicat. lib. 3, art. últim. Pág. 524. ' . . (19) Pedro Alcynoo en su Medices Legatus, sive de Exilio. Pág. 68, ha– bla de la causa de la barbaridad de los escolásticos, y la atribuye a la fre– cuente lectura que hacían en San Jerónimo de Nazianza, y el recio empeño de querer usar de las mismas voces que ese padre: Ex illius maxime Scrip– tis barbariem irrepsisse in theologiam Latinam arbitrar; nam ueteres nos– tri Interpretes, mediocris literaturae, nullius fere iudicii homines, cum arii– maduerterent Theologum hunc freqüenter usurpare uoces quasdam nouas, easque non satis apse fictas, necesse sibi esse crediturunt, illas Latine redde– re: atque hunc in modum sordida barbarie est Lingua Latina infuscata. No tiene razón; los escolásticos no leían a ·san Gregorio de Nazianza, ni a los padres griegos. Confesemos mejor, que este vicio es efecto de la fi– losofía peripatética traducida y tratada por los Arabes.
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