Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

204 MIGUEL MATICORENA ESTRADA herejía (20), tan digna de castigo como la atrevida disminución de ellos, se abstiene de las violentas expresiones que alteran la caridad, y reduce sólo su designio a sojuzgar a la obstinada re· sistencia con victoriosas pruebas y doctrinas que no permiten, si– no prorrumpir en las inocentes voces del santo sacerdote de Mar– sella (21): Si erramos, es el efecto de nuestra devoción y piedad. Et si non recte credere, afectu tamen piae devotionis errare. Ella es la que ha sostenido al erudito escritor de la diserta· ción en los penosos desvelos de un estudio constante y seguido, cuyo fruto presenta V. al público promoviendo el honor de Mana en el primer instante en que se concibe. Obra no sugerida por las viles pasiones del interés, el orgullo y la emulación, como ca· racterizaba la inexorable crítica el empeño de un cuerpo religioso (22) en defender el misterio; sino por la ternura, el celo y la sen· sibilidad de la gloria de Dios, y de su Madre, deslustrada con b vergonzosa idea de no ser preservada de la universal degradación, fulminada en la de un padre infeliz y culpable. La instrucción pues de los fieles sobre la piadosa sentencia, es el noble objeto del opúsculo. ¿Y quién podía con mayor su· ceso satisfacer a este sublime destino, que un sabio, que une a Ja extensión de los más profundos conocimientos, la práctica con· tinua de la enseñanza en el venerable ministerio de cura? Nues·· tro siglo, a quien jamás la posteridad sospechará de neciamente partidario de este superior aunque obscurecido empleo, levanta el tono en su elogio. Yo copio gustoso las expresiones del traduc· tor (23) de la unción, la dulzura y sentimiento, pues ellas forman el retrato de nuestro común amigo: "No descubro, dice, en la tie· "rra dignidad más tierna y respetable que la de un cura, que va (20) Non est minus haeresis asserere aliquid esse de fide; quod nullatenus est de fide, quam negare aliquid de fide, quod est de fide. loa. Maior in 3. Sentent. Dist. 37. Q. 29. (21) Salviano lib. 5. de Gubernat. Dei. (22) El cardenal de Lugo, jesuita, escribía a uno de sus hermanos, residente en Madrid: Vuestra Reverencia haga que los nuestros se apli· quen con empeño a encender la devoción a la Concepción, para la que hay tanta afición en España; veamos si por este medio podemos entre· tener a los dominicanos que tanto nos oprimen defendiendo a san Agus– tín. Yo creo que si no se les obliga a emplearse en otra materia, nos vencen en los puntos principales de Auxiliis. Vid. Moral Práctica de los Jesuitas Tom. l. Pág. 270. (23) M . Tourneur Traduc . de las Noches de Young, y de las Medi– taciones de Hervey.

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