Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

230 MIGUEL MATICORENA ESTRADA El ex rector don José Ignacio Alvarado teniendo de su mano las cartillas para los enfermós sacó más número de las que fueron necesarias y el exceso de ellas no lo devolvió, ni puso de manifies– to el día de la elección. Este hecho consta por declaración del be– del mayor Juan José 'Gadea que corre a fojas de los autos, sin ha– berse negado por la parte contraria y el misterio consiste en que aquellos doctores de que se desconfiaba se les dieron cartillas con los votos cortados, obligándolos a que devolviesen sin cortar los que recibían de mano del señor secretario. Descubrióse esta ma- quinación en la persona del doctor don José Paredes, a quien se dio el voto poniendo en último lugar el nombre del doctor Villal– ta, para que su adjunto doctor don Ambrosio Cruz se cerciorase de · que él hacía el sufragio, también por motivo de conciencia se me entregó una de las cartillas, que manifesté en claustro pleno el día de la elección, según aparece por la certificación del escribano Francisco Luque que corre a fojas . .De suerte que siendo esta otra causa incontestable de nulidad, también lo es para la inhabilidad el voto del ex rector, y aun para proceder contra su persona a todo lo demás que haya lugar en derecho. Principalmente, si se atiende a que para poder reunir todas sus miras, y designios, eligió por secretario a· un familiar depen– diente de la casa del doctor Villalta que se lisonjea de ser deudo de ella y que es público y notorio se ha sostenido siempre con su patrocinio. Este eclesiástico sujeto de las deliberaciones de su benefactor, omitió las cartas de los vocales enfermos en rubricar– las y subscribidas conforme a lo dispuesto en la Constitución 8. título 4 que pone por forma este requisito hablando especialmente de elección de rector. Otro exceso mayor cometió y fue dejar que sufragasen públicamente cuatro doctores. cortándoles otros terceros los votos y que algunos lo hiciesen fuera de su presencia con doble transgresión a la Constitución citada que es prohibi– tiva de ambos extremos. Estos doctores lo fueron el pi:-esbítero don Manuel Ron a quien su hermano el doctor Ap.tonio, intimi– dándolo con el señor arzozispo, cortó el voto por su mano. El padre fray Luis Rodriguez por qmen lo hizo su guardián fray Ca– lixto de Torres. El conde de san Pascual y don José Ijar, pues al primero, don Agustín Querejazu fue quien hizo el corte y el se– gundo hallándose bueno y sano en su casa lo condujo el doctor Laurnaga con violencia al colegio de santo Toribio de donde es individuo para que fingiédose enfermo, y puesto a la cabecera de su cama el vice-rector fuese éste el que cortase. El mismo señor

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