Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

236 MIGUEL MATICORENA ESTRADA prosapia, cuya antigüedad se pierde en el profundo abismo de los fundamentos de la monarquía, ambiciona el que sólo se dispensa a los extraordinarios talentos, y a una con~tante probidad. Pe– netrando que las dignidades elevan, pero que sólo el mérito dis– tingue, descubre vuestra excelencia esa fuerza de alma, superior a la dominación de la fortuna; ese vuelo de imaginación, que combina en el silencio las grandes ideas, las ordena, y finaliza; y esos golpes poderosos, que deteniendo la ruina y decadencia de los estados, han mudado la suerte de este vasto imperio, reparán– dolo del vaivén, y sacándolo del confuso caos en que lo había sepultado una errada política . Tantos objetos, que ocupan la atención de vuestra excelencia sin excederla, no le hacen olvidar la utilidad de las letras. En– vano un filósofo elocuente ha sostenido el partido de las nacio– nes oprimidas por las tinieblas de la ignorancia. Sabe vuestra excelencia que al progreso de la luz, se debe el progreso de la obediencia; que sola la barbarie prepara brazos a los rebeldes, y cómplices a los usurpadores, y que desterradas por Licurgo las riquezas de Esparta, huyen también las c~encias; pues nacidas a las orillas del Ganges, en medio del oro y la opulencia que fecunda a la India, no pueden habituarse con la miseria, el abatimiento y la pobreza. Desterrarla de nuestro continente es el principal cuidado del feliz ministerio de vuestra excelencia, uno de los móviles que ex– citan nuestro amor y gratitud; y que nos hacen elevar al cielo las más fervorosas súplicas por su duración. Entre esos votos co– munes a todo el reino reciba vuestra @xcelencia los particulares que con sinceridad le dirige Excelentísimo señor José Baquíjano y Carrillo *