Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo
260 MIGUEL MATICORENA ESTRADA dor perfecto tal cual la religión, la moral política de todas las na– ciones civilizadas, y más que todo nuestras sabias leyes lo desean. Y es la relación del gobierno con la administración de real Hacienda tan estrecha, que no consideró el suplicante ajeno a su cargo dar unas pinceladas sobre las atenciones que merece del alto gobierno- aún cuando su majestad tan sabiamente lo haya confiado a otros cuidados; siendo las nociones y máximas que allí virtió las más comunes y vulgares en todos los libros sanos de política, como lo demostraría si fuere necesario y del agrado de su majestad. Por lo que hace a las notas, confiesa, desde luego, la inadver– tencia y menor reflexión con que, pudiendo haberlas apoyado en escritores .de recomendable autoridad, .citó los pasajes de esos prohibidos; pero, a veces, el deseo de singularizarse efi las noti– cias, hace caer en los · más culpables yerros; y el suplicante, muy lejos de adoptar las máximas nocivas que en ellos se advierten, ,si los ha leído y conservaba, ha sido sólo con el fin de su instrucción; y · está muy distante en su vida privada y social, con el arreglo que es notorio a vuestra excelencia en esta parte, de adoptar, ni pro– pagar especie alguna digna del desagrado de su majestad y de el gobierno. Y en el empleo público que obtuvo de protector de na– turales interino hizo ver, como podrá vuestra excelencia infor– marse, cuanto propendía a · la celosa observancia de las leyes, a la subordinación y tranquilidad de los indios, y a que lograsen la mejor y más pronta administración de justicia de los jueces y mi– nistros territoriales. Sobre todo, está pronto a dar la más completa información de su conducta, de su respeto a los magistrados, de su subordina~ ción y de su modo de pensar; y explicarse en todo lo que puede interesar la celosa y católica atención de nuestro monarca; y su– plica a vuestra excelencia con el mayor encarecimiento la' reciba de oficio con las personas que sean ·de su agrado y elección, y dé cuenta a su majestad de todo, con esta humilde representación para que su soberana piedad dispense al exponente la indulgen– cia y benignidad que tanto anhela; pide y suplica se sirva hacer a su majestad el informe correspondiente en el modo insinuado, ? en el que sea de su superior arbitrio. etc. José Baquíjano. FUENTE: A.G.I. Lima, leg. 674, fs. 5-8v. Esta carta es el cuarto documento del expediente anteriormente citado. Otra copia de esta carta y de todo el expediente, obra en el A. G. I.
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