Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

JOSE BAQUIJANO Y· CARRILLO 313 de tenerme por su jefe. Fija mi reconocimiento ese crecido nú– mero de votos que me sufraga el genio no subyugado, y el afectuo– so deseo. . Corramos el velo sobre la espantosa imagen de esa terrible es– cena, en que inhumanamente se censura, y critica mi manejo con otras varias e infundadas invectivas. Por más que la inocen– cia tenga en su socorro a la elocuencia, no borrará de un golpe las fuertes impresiones, con que la calumnia la invade, y la aco– mete. Si la estimación que goza el hombre es esa vida preciosa, que se apoya en la imaginación de sus iguales, formar su apo– logía es conocer el riego que le amenaza, y teme .. El recurso de la inocencia en tan tristes coyunturas es a esas almas fuertes, e im– penetrables, diestras en rechazar los discursos injuriosos de la malignidad, despreciando según el con~ejo de un profundo ingenjo de la Holanda las opiniones del vulgo vario, inconstante, y ciego (12). Después de tan continuo estudio, y enseñanza, de .tanto ejer– cicio, y actuación, de tanto servicio a la academia, ·y al público, de tanta persecución y fatiga, ¿se extrañará solicite subir del · lu– gar que hoy ocupo un soló paso? ¿Cuándo ia celeridad del vuelo elevado que he seguido me coloca tan presto en la cima del mé– rito, por qué ha de notarse aspire al último de los premios? Quien renunció generoso tantos honores por servir a la escuela, no es acreedor a que ésta lo corone? Un ·extraño errebátará las recom– pensas a quien ha nacido ton honor .en · el patrio .sueló? La· falta de unos cansados años ha de ser defecto de proporción? ¿No vis– teis tal vez una nave robusta, salir presurosa prometiendo en el orgullo de su hinchazón un viaje ligero; pero entrando después en alta mar, fieramente agitada de las aguas, y vientos, fluctóa inconstante de un lugar a otro, unas veces arriba por necesidád de víveres a. esta orilla, otras llega con destino a aquélla, perdien– do con el rumbo los días, y retardando con .peligro de un naufra– gio su llegada al puerto; mas saliendo .mucho tiempo después un pequeño buque avanza sin cesar a ·vela y remo, huella ufano los peligros, desprecia con ligereza las olas soberbias, y observañdo a cada momento el cielo y las estrellas .llega con anticipación al término deseado, a que ambas dirigieron con desigual suceso su's empresas? Pues esta misma es en juici<? .de SENECA la suerte del (12) Rugo Grocio Epist. ad Ludou. Cap. II. Contentus est magnis po– tius quam multis laudatoribus, y Cic. lib. 3. Tusculanarum. número 3. Est enim gloria consentiens laus bonorum incorrupta uox bene iudicantium

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