Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

16 MIGUEL MATICORENA ESTRADA hacen al año mil setecientos diez y seis cargas, que a nueve rea– les carga suman un mil novecientos treinta pesos, cuatro reales. Venden de leña y caña quemada en cuarenta y dos casas pul– perías y bodegones en la población de Bellavista y playa del Ca– llao, a razón de una carga por semana, unas con otras a ocho reales. Suman dos mil ciento ochenta y cuatro pesos, suman todas estas partidas de leña y caña quemada setenta y cuatro mil nove– cientos ochenta y dos pesos, cuatro reales poco más o menos aun– que en la realidad venden dichos hacendados mucha más leña, así en la que se embarca, como las pearas que venden en las ca– sas y tiendas que venden este efecto, y la que consumen los al– fareros y gremio de mantequeros de lo que no he podido formar cuenta, ni se puede hacer concepto porque además de la leña mencionada entran semanalmente en esta capital de ciento y cin· cuenta a doscientas cargas de leña conducida por varios negros de las referidas haciendas quienes asientan, que se las permiten cortar sus amos para costear su tabaco; pero en las declaracio– nes, que recibí a los enunciados hacendados asientan las canti– dades de plata, que distribuyen en darles a sus negros para taba– co, los cuales venden este número de cargas de leña a las regato– nas de la plaza y parte de ellas en las tiendas recauderías, y en mazamorrerías de cuya leña no se paga diezmo ni primicia, se– gún lo asientan varias personas. Venden algunos hacendados anualmente mas de dos mil car– gas de caña brava larga a ocho reales carga que por la menor parte son dos mil pesos. Que sumadas todas las partidas de venta de frutos y efectos ascienden a la cantidad de seiscientos seis mil ciento cincuenta y dos pesos, dos reales poco más o menos, y esta cantidad de ven– ta demostrada se asienta con toda rebaja y equidad, porque en la realidad venden mas de estos dichos efectos y frutos. Todo lo expuesto es sin traer a consideración los demás fru– tos que cosechan, en sus haciendas, como lo son frijol, maíz, ce– bada, camote, yuca, papas, choclo, zapallos, sandías, melones, ce– bollas, ajíes, coles, lechugas, plátanos y frutas porque parte de es– tos los consumen en sus propias haciendas y casas, otros los re– miten a la plaza de su cuenta y los demás los venden en sus ha– ciendas a regatones y regatonas como también venderse los ha– cendados los unos a los otros porciones de fanegas de frijol y maíz, cuando les falta o no lo han sembrado.

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