Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

342 MIGUEL MATICORENA ESTRADA cronológico, recogiendo sus afirmaciones. Así conocereis las diver– sas situaciones de la jurisprudencia, y conoceremos fácilmente la línea que los oráculos del derecho han seguido en todo tiempo en lo que se refiere a nuestro asunto. Conduzca la bandera el propio SCEVOLA (36) (incluiré a los demás que siguen a éste en el orden prometido); estas cosas trata: "Una mujer que se iba a casar, con dos hijos que había tenido del primer marido, mandó que veinte, que daba como dote, fueran es– tipulados en todo el caso, con lo que pudiera ser pagado el matri– monio, de modo que toda la dote de éstos fue pagada a cada uno: muerto uno de los hijos cuando ya el matrimonio estaba consti– tuido, la esposa a través de una carta (en las antiguas inscripcio– nes, cultísimos oyentes, con frecuencia se lee epistula por epístola, lo que también informa MANUCIO en la Orthographia, así como también FONTANINO (37) y CHRISTOBAL CELLARIO en su Or– thographia Latina, rivaliza con la palabra epístola, así en la es– critura en los tiempos de la lengua latina más pulida, hasta el siglo sexto); pero a nuestro asunto". Pidió de su hijo sobreviviente que, siempre que exigiera sólo la mitad de la dote y fuera contento con ella, concediera que la otra parte permaneciera junto a su marido. Se preguntó: muerta más tarde la mujer en el matrimonio, cómo el marido, si ha sido convenido por el hijo sobre toda la dote, puede ser considerado en excepción y en qué medida compete a éste la acción sobre el otro en base a la causa de fideicomiso de modo que tenga derecho sobre la parte recibida de la fianza? Res– pondió que la excepción sería útil y que, además, puede pedir del fideicomiso. También pregunta si de la otra mitad la acción de mandato sea útil a los herederos de la mujer contra el hijo de ella? Respondió: según las cosas que han sido propuestas, sobre todo después de escritas las cartas al hijo, será inútil. CLAUDIO: pues– to que en ellas expresó que había de ser contento con la mitad de la dote; en las cuales palabras place bastante que el fideico– miso sea dejado al hijo. En el mismo libro Digest (38) dice: man– teniéndose una hija en la potestad del padre, la madre la inscri– bió como her edera y colocó a su padre Mevio en su lugar y así es– cribió: cualquiera que sea mi heredero, confío de la fe de éste para que todos mis ornamentos, oro, plata y vestidos que yo uso 36. Lib. 18. Digest. in leg. Cum quis decedens. 37. parágrafo 2 . D de lega t. et fideic . 3. 37. Lib. I. de antiquitatib . Hor tae. cap . 8. 38 . In leg. 16. Dig. de auro, argento, mundo, vnguentis legatis.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx