Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

468 MIGUEL MATICORENA ESTRADA 133 f NFORME DE FRAY PEDRO RAMIREZ AL VIRREY DE MEXICO SOBRE SUS CONVERSACIONES CON MORELOS.- México 13 de Noviembre de 1813. De aquí pasé donde Morelos a quien le hablé con toda ente– reza. . . Y le agradecí todo y le prometí escribirle desde aquí y significar a todos su buen trato. . . Después pasados unos días me mandó llamar Morelos y me dijo entregase un inventario de to– das las existencias del curato ... El martes 31 de agosto salió Mo– relos de Acapulco. . . encontramos a Morelos en Mazatlán ... En la noche de este día hablé con el Canónigo Velasco, el In– surgente entre todos de más talento y también de mal corazón; éste me dijo que para qué venía a México que era un Purgatorio o Infierno sin dinero; y mas en el día que estaba escaso que la Amé– rica tenía fondos para sus individuos que lo pasaban con descan– so y más los Sacerdotes, y que era preciso tratar en la junta que no se permitiese a éstos salir de los terrenos de la nación que te– nía un derecho inconcuso para reclamarlos. Lo que oído por mí le repuse diciendo que yo me hallaba enfermo y muy mal tratado Y que en México me repondría y que sobre todo tenía el permiso del general. Está bien contestó pero en adelante no debe ser así, pues nada bueno se promete la nación de los que se pasan a la otra parte, y así yo no he aprobado la capitulación en esta parte y mucho más con Usted de quien sé que es altisonante y que ha visto con ceño hasta los Sacerdotes. Está Usía mal informado le contesté, y tratando de despedirme me convidó a cenar y mu– dó de tono en su conversación. - Después me trató sobre el Señor Baquíjano y otros Caballeros de Lima diciendo que allí estaban lo mismo o peor que en este Reino, y que cuando se le metía a una nación el ser independiente no se sosegaba; poco más o menos, me habló en favor de la Amé– rica lo mismo que Morelos y los demás significando el grande par– tido que tenían en México en cuya garita de San Cosme cenaba todas las noches recién entrado en la insurrección, y que allí lo iban a ver todos sus amigos a darle noticias de lo que pasaba, y tra– tar lo conducente a la materia. Que si me hospedaba yo en San Agustín o en el Hospicio de Agustinos allí también tenía amigos que al punto me habían de preguntar por él y que al primero que

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx