Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

JOSE BAQUIJANO Y CARRILLO 471 135 CARTA DE BA'QUIJANO AL DUQUE DE SAN CARLOS.- Madrid.. 13 de mayo de 1814. Excelentísimo señor: El oficio que me dirige vuestra Excelencia con fecha del día de ayer, completa enteramente mis deseos, facilitando el motivo que me impulsó a emprender un viaje tan dilatado, costoso y ex– puesto, no tuve otro, en la aceptación de un destino, que aún se ignoraba en el Perú, se hubiese organizado del modo con que me fue comunicado, que acreditar mi ardiente y sincero amor al ser– vicio de su Majestad, desvaneciendo personalmente las equivo– cadas ideas que tomaba el gobierno que regía la monarquía de nuestro Soberano, sobre las turbaciones de América y los extra– viados arbitrios que adoptaba para tranquilizarlas: todas sus pro– vincias sin exceptuar alguna, han clamado y claman por su sus– pirado Fernando 7'?. Demostrare a vuestra Excelencia hasta un gra– do de evidencia, que no deje lugar a la duda, ni preocupación, que esos fértiles países han sido, son y serán fieles y constantes en la obediencia, respeto y sumisión a su legítimo rey y señor, patenti– zado así con datos y documentos auténticos exige para su arreglo muy pocos días: mas no sufre la dilación ni de uno solo, la ur– gentísima providencia, de que su Majestad ordene a los jefes y gobernadores de América, suspendan toda acción hostil contra los nombrados insurgentes, entretanto se toman las demás que le dic– te su paternal amor a esos distantes vasallos; éstos se mantendrán con esa promesa en la más perfecta quietud, luego que se les haga entender que su Majestad se dedica a cimentar su prosperidad, reuniéndolos con la Madre Patria, pues ocupan en su recto cora– zón los vasallos de ambos hemisferios: un instante que se demore el orden indicado expone a un doloroso derramamiento de sangre en aquellos dominios, mal que tanto debe horrorizar a un sobe– rano humano y piadoso, como el que el cielo ha concedido, por medios tan extraordinarios a los votos y lágrimas de sus vasallos, restituyéndole en todo su poder al trono de las Españas. Nuestro señor guarde a vuestra Excelencia, muchos años.