Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

480 MIGUEL MATICORENA ESTRADA Por seguir el mejor orden y claridad, descubierto ya el prin– cipio y acrecentamiento de las turbaciones de Nueva España, paso a dar una rápida ojeada sobre las demás provincias de América; pues los puntos de providencias tomadas para restablecer la tran– quilidad, agravios inferidos a sus naturales y medios de extermi– nar esos males, son generales en todas y no exigen un separado deslinde. Manila: a pesar del obstinado empeño de su gobernador en ex– tender las proclamas de Murat, y que se obedeciese a Napoleón y José como lo ordenaba el Consejo de Indias, se mantuvo y ha conservado sin deslustre su constante lealtad al señor don Fer– nando VII (8) . Venezuela: recibió las primeras noticias de los sucesos de Ba– yona el 14 de julio de 808, por un bergantín francés remitido de la Cayena; su comandante fue insultado por el pueblo y obligado a salir ocultamente, escoltado por un destacamento de soldados que apenas pudieron salvarle la vida de trescientos hombres que salieron en su seguimiento; diez mil de sus habitantes cercaron la casa del capitán general pidiendo se jurase a Fernando VII, y no satisfechos con la oferta de que lo haría al siguiente día, en la misma noche fue proclamado por medio de heraldos solemnemen– te por toda la ciudad colocándose el real retrato con iluminacio– nes en la galería de la casa capitular. (9) La ocupación de las Andalucías y los demás incidentes de que después se hablará llenaron de temores a esos buenos vasallos, al considerar sojuzgada la España, sin jefe legítimo que la represen– tase, y expuestos aquellos países a sufrir igual desgraciada suerte; así instalan su junta en 29 de abril de 1810 con el título de pro– visional y conservadora de los derechos de Fernando VII a quien juran de nuevo, mandan comisionados en 2 de julio a la Ingla– terra aliada nuestra, pidiendo su mediación y garantía de su unión a la España y obediencia a su soberano; la Regencia los declara traidores, les intima la guerra como a tales, y rechaza enteramente la mediación de la corte de Londres, sosteniendo la desunión hasta la época presente. Buenos Aires: fue de las más firmes, prontas y constantes en reconocer a nuestro deseado soberano desde el primer anuncio de su exaltación, no variando en ningún punto el régimen antiguo de (8) Representación jurada de doce individuos al Gobierno español. (9) Carta del capitán inglés Beaver al señor Alejandro Cochrane.

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