Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

JOSE BAQUIJANO Y CARRILLO 501 y persuasión se ha querido interceptar en las Américas, para con– servar en ellas el tenebroso imperio de la oscuridad y las tinieblas; Caracas nunca pudo conseguir se permitiese el estudio de las ma– temáticas, en sus puertos de la Guayra y Puerto-Cabello, en el Nue– vo Reino de Granada se prohibió el de la química, en Cartagena no se concedió la enseñanza de la física si no por el escolástico Goudin; la Sociedad Económica de los Amantes del País de Guate– mala se extingue de orden de la corte; el rey padre, a consulta del Consejo de las Indias, deniega el establecimiento de Universidad de Mérida, expresando que su majestad no consideraba convenien– te se hiciese general la ilustración en América, por último, el fiscal de Santa Fe Blaya pedía se cerrase en Indias todc estudio dejando sólo las escuelas de leer y escribir, (29) y el Cobachuelista remi– tido a México en estos últimos años con no sé que comisión, in– formaba a las Cortes; que no se dejasen pasar a Indias otras obras que los Ripaldas y Astetes. La exclusiva práctica de todos los empleos de honor, como– didad y distinción, es el agravio de que más se quejan los ame– amcricanos, y que exige también una cuidadosa atención; llámola práctica, pues las leyes, cédulas y ordenanzas les dan una preferen– cia en los destinos de aquellos dominios, muy conforme a la jus– ticia y a la rectitud del corazón de los reyes de España; no sólo quieren se antepongan los que hayan nacido en aquellas (30) pro– vincias, en los oficios de gobierno, justicia y Real Hacienda per– petuos, sino también en los temporales o en ínterim, comisiones y negocios particulares de encomiendas de Indias, pensiones o si– tuaciones en ellas; concluyendo no ser embarazo para hacer lo que más convenga, el que presenten otras cédulas de recomendación. A pesar de todo este encargo, se contaba un criollo empleado en América por cien europeos con destino principal; en la capital de México en 1809 (31) a excepción del secretario del virreinato, Y el administrador de la Lotería que alcanzó el acomodo por ha– berse casado con una anciana alemana, los demás, sin excepción de clases, ramos y carreras se ocupaban por los naturales de la península. Aun los beneficios eclesiásticos que la misma legislación or– dena sean patrimonio de los nacidos en el país, (32) y forma su (29) Cosmopolita, n, 5. (30) Ley 13 y 14, tít. 2?, lib. 3? (31) Censor General de 1? de mayo de 1812, núm. 37. (32) Ley 28, título 6?, libro l '?.

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