Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

JOSE BAQUIJANO Y CARRILLO 513 actual general; y lo mismo consiguió en 810, nombrado para tranquilizar los grandes disturbios que precedieron a la elección de provincial de santo Domingo. El dicho año fue nombrado de asistente real para la provi– sión de las Canongías de oficio de aquella Iglesia metropolitana; y en el mismo, Auditor de guerra del regimiento de la Concordia del Perú, que tantos servicios ha hecho a la buena causa en las actuales circunstancias de aquel reino, siendo su nombramiento una de las condiciones precisas de los que trabajaron en su erec– ción· En principios del año de 812 se le comisionó para la recolec– ción de todas las cédulas expedidas para América desde 790 has– ta 808 y en el mismo se le comisionó para promover la subscrip– ción patriótica de mantener 300 mil hombres en los ejércitos de la Península. Desempeñando estos encargos, se le sorprende por junio con la noticia de haber sido elegido para el Consejo de Estado ~n una de las plazas destinadas a la América, sin tenerse noticia en el Perú de semejante establecimiento, cesando de este modo en to– dos sus empleos y sin embargo, a instancias de aquel virrey, pasó al Tribunal del Consulado y cuando éste se había negado al prés– tamo de 500 mil pesos, logró se franquease por el mismo un mi– llón de donativo y la oblación de 16 mil pesos mensuales para el prest. del ejército del Alto Perú. Por último en 21 de marzo del presente año tomó posesión de la plaza del Consejo de Estado, es decir, al mismo tiempo que nuestro soberano entraba en sus dominios. · Su majestad en el decreto de la extinción del Consejo dice: "serán atendidos por mí particularmente, aquellos que por su con– ducta y circunstancias lo merezcan". El interesado sin amor propio se considera hallarse con estas calidades; no ha tenido conexión, ni conocimiento con franceses; no ha expedido en el Consejo, sino lo que es diario y común despacho, ni en las opiniones pasadas ha tenido, ni podido tener otra parte que el oir repetir esos nom– bres de liberalismo y servilismo; no pretende empleos, ni pensio– nes, sino que después de tantos y tan útiles servicios, se le con– serve el honor, decoro y tratamiento, con que salió de su patria; y así lo espera, por ser tan conforme a la justicia y equidad de su majestad. El conde de Vistaflorida (firma y rúbrica) FUENTE: A. G.I. Indiferente General, leg . 3,085.

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