Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

JOSE BAQUIJANO Y CARRILLO 531 159 CARTA A NAJERA.- Sevilla, 27 de marzo de 1816. He recibido la de usted de 22 del presente y aunque veo el mal rato que le dieron los de Bureo, pero el recibo de ésta lo creo muy compensado con haberse dado la última mano a nuestro prin– cipal asunto, pues no recelo variedad alguna estando tan a las claras la justicia de las anteriores denuncias y el ningún nuevo documento o razón que se haya presentado para revocarlas, sir– viendo sólo la conducta que ha observado la parte contraria para modelo y regla que deberá usted seguir a su vez. Bellido verá a usted y le entregará una esquela relativa a un pleito que sigue la señora condesa de Polentinos, en el consejo de guerra y en el que es ministro asociado a los de ese tribunal el amigo y señor Sierra, yo debo a esa señora excesivos favores y le profeso una verdadera amistad, de modo que sus asuntos igualo a los míos, así he de deber a usted que luego que se le entregue, hable usted en mi nombre al expresado señor, aunque su probi– dad no necesita de otros estímulos que la notoria justicia que asis– te a la señora, pues es tan clara la de su demanda que se puede igualar a la nuestra. Celebro se haya despachado el asunto del hermano de Arias, es lo mismo Arica que Tacna, pues por el mal temperamento y muy enfermizo de la primera aunque conservan las casas y oficinas ese nombre, habitan los empleados en la última que sólo se hallan distantes de seis a ocho legua. Aquí no hay nada de nuevo, ayer se ha dicho que ha pasado posta con motivo de haber llegado a Cádiz un buquecillo del Bra– sil con la noticia de haber salido las señoras el primero de febrero, si esto es así deben estar muy pronto, lo que deseo mucho como buen español. He visto carta de ésa en que se dice que la consulta del Con– sejo de Indias sobre el asun'to de Bergoso, es reducida a que pase al obispo de Oaxaca, manifestándole su majestad lo satisfecho que se halla de su conducta y en prueba de ello decorándolo con la Cruz de Isabel, mas que por arriba aún no se había des– pachado. En la misma se expresa que el asunto del señor obispo de