Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

JOSE BAQUIJANO Y CARRILLO 537 apremios que hagan efectiva su providencia, bien que con esta iniciativa se haya respaldado para dictar las más serias y estrechas que le dicten su experiencia e integridad. El domingo tuvimos aquí al padre Cirilo y al secretario de embajada don Ceferino, llegaron a las doce del día y salieron a las seis de la tarde, según me dicen que se explicaron debieron salir las señoras infantas del 10 al 15 de julio, no viene la señora reina doña Carlota por no permitirlo lo delicado de su salud. Por buques llegados de la Habana, sabemos que la víspera de embarcarse el nuevo virrey Apodaca, se voló la fragata Tacha que debía conducirlo, habiendo perdido enteramente todo el equipa– je de su persona y familia y por falta de buque, con probable se– guridad de los corsarios, pueda conducirlo a Veracruz en la ne– cesidad de demorarse por mucho tiempo. Dígame usted qué hay sobre cruces de san Juan, si el rey las nombra como lo hacía su padre y también su majestad antes de pasar a Francia. Ahora mismo me acaban de decir, que son las siete de la no– che, que en la casa de Calomarde se halla alguna tropa, pero muy de madrugada salió de casa, hasta ahora no ha vuelto. * 168 CARTA A NAJERA.- Sevilla, 24 de agosto de 1816 Da lugar la llegada temprana del correo, para contestar la de usted de 20 del presente, expresándole que si las intrigas del Pe– rillán pueden demorar el despacho con las trampas y mañas de los subalternos, día más o día menos saldremos siempre avante, así no dejar de activar las diligencias pero sin tomar incomodidad ni disgusto. No tengo noticia alguna de la real cédula que usted me ex– presa, pero seguramente es errada la cronología pues no corres– ponde su fecha a los pocos meses que ocupó el trono el señor Luis 1, para el correo inmediato podré decir a usted algo más sobre este particular pues en el Archivo de Indias podrán encontrar razón de ella, por ahora y para el objeto que se solicita podrá servir lo ocurrido con don Fray Fernando Portillo, Arzobispo de Santo Do– mingo trasladado a Santa Fe por la cesión que se hizo de aquel te– rritorio a la Francia, pues hallándose en esta última iglesia sólo