Los ideólogos: José Baquíjano y Carrillo

JOSE BAQUIJANO Y CARRILLO 555 ducciones del corazón: la Real Universidad entre otras sostuvo la gloria que se merece, y el nombre del literato que la preside. Si en algunas de las infinitas obras del Excmo. Sr. Baquíjano puede señalarse gradación, ningunas seguramente deben ocupar el primer rango, sino las contestaciones dadas en aquellos días eter– namente memorables. Sabio conocedor del corazón humano habla a cada uno en su lenguaje: y después de ser enérgico con el militar, sublime con el letrado, pío con el sacerdote, tierno con el amigo, grave con el grande, afable con el pobre, sencillo con la mujer, su– perficial con el niño, lacónico con el esclavo, y sin frases con las castas, se manifiesta con todos expresivo, grato y decoroso. Co– mo un manantial inagotable que dando siempre un mismo fluído presenta nueva porción a cada instante, varía este hombre inmor– tal, de mil y mil maneras las voces para expresar un mismo con– cepto, dejándoles siempre cierto carácter distintivo e indeleble que las diferencias de todas la producciones del resto de- los hom– bres. Hablo delante de más de 8 mil testigos de esta verdad in– contrastable. Jamás pudo tampoco conocerse mejor la afabilidad y blan– dura de su carácter: porque precisado todos los días a recibir las bendiciones y encomios de esta ingente población, prestaba con la misma franqueza sus brazos generosos a las sedas de un personaje, que a los andrajos de un esclavo, y aun a las fingidas pieles del envidioso; así como el sol, desde que se levanta en la remota China, hasta que se sumerge en las azules aguas del pací– fico Océano, recibe inalterable el homenaje de todos los pueblos, y reparte benigno sus rayos bienhechores aun a las mismas nubes que' se oponen a su lucimiento y esplendor. ¡Alma privilegiada! Cuando se presenta a la pública veneración, infunde respeto sin reserva; y con una seria sonrisa forma un conjunto tan extraordi– nario en su semblante, que sólo puede describirse por las palabras de Lucano: Talis inest habitus, qualem nec dicere maestum Nec f luidum, laeta sed tetricitate decorum Possumus: ingenitae stat nobilitatis in illo Pulcer honos, et digna suis n(J)talibus ora. Fueron en fin consagrados por insinuación del Excmo. Cabildo los días 4, S y 6 de Julio para la celebración de los públicos re– gocijos. El pueblo anhelaba impaciente la hora señalada: los sa– grados bronces avisan que ya es tiempo: y la ciudad iluminada has-

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