Los ideólogos: José Faustino Sánchez Carrión
JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION XVII dina expresa el tormento de la empresa y la batalladora accwn. :Sobre la ondulante superficie del terreno las huestes de nuestra ca– ballería completaron "la obra más grandiosa que el cielo había en– cargado a los hombres: la de salvar un mundo de la esclavitud", que diría Bolívar en su proclama. En los ca11ipamentos sucesivos de Trujillo, Huamachuco, Huarás, Huánuco, Cerro de Paseo, se había hecho posible ese triunfo que relató S rinchez Carrión en la prosa de los comimicados mientras su amigo Olmedo lo haría en la poesía. El hombre que contribuía en pm·te tan importante para la libertad, estaba sin emba1·yo muy enfermo, conw lo estaba con fre– cuencia, atacado de ?'eumatismo y de insistentes cólicos que lo afec– taban desde nifío y a los que se sobreponía con una voluntad indo– mable. Y así estará en Huamanga, donde, po1· sobre esos achaques, organiza la vida civil y crea las medidas necesarias para, el abaste– dmiento militar. El laborioso constructor de la victoria pasa días y días de cruel enfermedad, pero no ceja en su trabajo: desde la jabricación de sábanas para el hosp-ital hasta el dinero para las tro– pas, todo es previsto por él; la imprenta, en la que t1 ·abajan los oficiales del ejército, no para un solo día, según rezan las cartas. Sánchez Carrión dice a Bolívar en una de ellas que ha "de morir trabajando". En Huamanga prepara el triunfo de Ayacucho. En octubre de ese mismo año de 1824, Bolívar lo confirma como Ministro de Gobierno y Relaciones E xteriores; y a comienzos de di– ciembre está en Lima, para lanzar el 7 de ese mes, la Convocatoria al Cong1·eso de Panamá, al lado de Simón Bolívar. Saludado por el Congreso -e instalado- como Benefactor de la República -"en grado heroico y eminente"-, y por Bolívar como su principal colaborndor, le entrega éste la Vice-Presidencia del Consejo de GobiP;rrw, que debía ser el punto inicial del efectivn Gobierno Republicano del Perú. Pero Sánchez Carrión está muy enfermo y ya el 17 de marzo no puede mover la mano pa1·a firmar. Se nombra un Consejo Interino, p1·esidido por Unanue, mientras Bolívar está en el Cusco. Y cuando parece haberse repuesto en el campo, tal como señala su carta del 28 de mayo de 1825 y ha anun– ciado ya su vuelta para presidir el Consejo de Gobie1·no que señala el Decreto de Bolíva1· -cosa que confirma Unanue en misiva de 27 de ese mismo mes de mayo-, la enfermedad hace cris1's frente al mar, en las faldas del Santuario de Pachacamac. Se le ha llamado: "Tribuno de la República", "Benefactor de la Patria", "Solitario de Sayán", "Defensor de la R epública". Hubiera sido -tal vez- el principal líder del Perú R epubli– cano, en su primera época. A ello ap1'0ntaba su sólida cultura polí-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx