Los ideólogos: José Faustino Sánchez Carrión
358 AUGUSTO TAMAYO VA•RGAS - CE.SAR PACHECO VELEZ es de toda la familia peruana. Con qué, el estar, como neciamente se presume, los peruanos en la primera grada de la escala de la civilización, no es motivo para ahogarnos con la real coyunda. ¡Por cierto, que ella nos adelantará mucho ... ! Compruébenlo palmaria– mente la santa inquisición en las monarquías absolutas; y la prohi– bición de escritos, que analizan los derechos del hombre, en las moderadas o repre entativas. El verdinegro estandarte en aquellas; y las llamas junto con la mano del verdugo en estas, son los vehículos de la ilustración civil. Pero, amigo mío, figurémonos por un instante bajo el régimen monárquico. ¿Podrá agradar esta conducta a los demás estados independientes? Colombia se ha constituído en república, Chile y Buenos-Aires están al consolidarse bajo igual sistema. La causa de nuestra separación de España es una en todas las secciones del continente, nuestros intereses públicos los mismos; pues nuestra concordia, y fraternidad no deben exponerse por sola la impruden– cia de establecernos en manera opuesta. No infundamos descon– fianza y vaya a creerse, que procuramo atentar con el tiempo su independencia; antes sí, manifestemos q'ue en todo somos perfec– tamente iguales, y que habiendo levantado el grito contra un rey, aún la memoria de este hombre nos autoriza. Verdaderamente, que con solo pensarlo, ya oyen de nuevo lo peruanos el ronco son de las cadenas que acaban de romper. Bruto no fué tan vehemente en la consecución de la libertad, arrojando a los Tarquinos de Roma, como celoso de su custodia, haciendo jurar solemnemente al pueblo, que no permitiría reinar a nadie. Ultimamente, la cuestión es práctica, y según entiendo, no atañe resolverla a la Sociedad Patriótica. ¿Se dirá, pregunta el célebre Washington al dimitir segunda vez el supremo mando de lo E ta– clos Unidos ¿se dirá, que un "gobie ·no, compue to de tantas, y ta11 diversas partes, y que abraza un espacio casi inmenso, difícilmente puede subsistir? A la experiencia toca solucionar este problema; y i:,ería un crimen autorizarse con puras teorías para rep ler un n– sayo. Debemos creer, que un gobi rno central, sostenido por la concurrencia de gobiernos locales, y sabiamente combinado con ello puede ser adecuado para nosotros, hagamos francamente la prueba". Lo votos de este padre de su patria se han cumplido, y on sola la consideración de que en 1790, la población de aquello paíse llegaba escasamente a 3.000.000, y que egún el mismo censo pasa de 9 millones y medio, son manifiestas las ventajas de su gobierno. Los ing-lescs del Norte América fueron colonos, aspiraron a su indep ndencia y la consigui ron; asentaron f lizment las bas s d .~
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