Los ideólogos: José Faustino Sánchez Carrión

380 AUGUSTO TAMAYO VA>RGAS - CE'..SAR PACHECÓ VELEZ inútil que no llega al alma. No excita en el corazón estos latidos que impelen a los generosos sacrificios, y que echando un velo a los horrores de l.a muerte no presentan el instante de la destrucción, sino como el momento más bello de la vida. Se cree, no sé con qilé fundamento, que la nobleza heredita1·ia es de una buena política para perpet uar en los descendientes ei deseo de obra1· bien, y a pesar de una larga y dolorosa experiencia, no se conoce que esta prerrogativa es directamente opuesta a sil fin. ¿Qué necesidad tengo, dice un joven abandonado a todos los pla– ceres, encenagado en todos los vicios; qué necesidad tengo de fati– garme, de exponer mi vida, de marchitar la flor de mi juventud en el fastidio de estudios penosos para adquirir honores a que mi nacimiento me da derecho ? Todo me lisonjea, todo me adula; go– cemos en la holgazanería de las fatigas de mis abuelos. Si sólo hubiera podido pretender por su propio mérito; si sólo hubiera po– dido esperar los empleos que dan consideración haciendo uso de sus talentos, el E tado tendría un ciudadano más. La ambición habría fructificado sus medios en ventaja pública. ¿Qué emulación no abraza al que capaz de llegar a todo no necesita otras recomenda– ciones que las del mérito y los servicios? ¿Qué esfuerzos de parte de los plebeyos para salir de una obscuridad en que siempre se miran con sentimiento? ¿De parte del que han empezado a lucir para mostrarse aún con más brillo, y no dejarse eclipsar? Los pa– dres ambiciosos, celosos de la elevación de us hijos, no permitirán que se les eduque en la moiicie, por no ser sino azotes orgullosos y entes inútiles, cuya cuna se rodea de vanidad, inspirándoles desde la infancia el desprecio de los hombres: ello cuidarán su educa– ción, y no cesarán de encender el fuego de una noble emulación en estos corazones tiernos y susceptibles aún de toda clase de impre– si one . (Este artículo se publicó, con motivo de un pedido del diputado señor Pezet, para que el Congreso confirmara la Orden del Sol. ánchcz Carrión decididament era contrario a ta nu va iJ titución). 261 CARTA EMITIDA DEL PUEBLO E MIRAFLORES A UN SUGETO RESIDENTE EN ESTA CAPITAL Mi estimado amigo. Nada hay estable en la naturaleza huma· na: todo se muda con la inconstancia de los hombre . Por sta cau a los espíritus dotados d razon, ' iluminados con la luz d la filosofia,

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