Los ideólogos: José Faustino Sánchez Carrión

594 AUGUSTO TAMAYO VARGAS - CESAR PACHECO VELEZ teria. Así, en las provincias, en donde los curas, haciendo causa común con los enemigos, habían abandonado su rebaño; el Gobierno buscaba siempre en las inmediatas, órdenes conduc,entes al arreglo espiritual de los feligreses. Puede dar prueba de esta verdad la provincia de Jauja, al tiempo de haberla ocupado el ejército unido, Los regulares han participado también de esta atención gene– ral habiéndose procurado, que observen la regularidad de su ins– tituto en cuanto podrían permitirlo las circunstancias. Y en las provincias donde ha habido conventualidades, siempre se ha hecho iniciativas conducentes a este fin; viéndose por fruto, que muchos apóstatas visten hoy su hábito, que se hayan reducido a sus claus– tros, y que den muestras de una verdadera reforma, y de lo que puede la constancia en perseguir el desorden. Consiguiente al arreglo común de la administración, ha sido el empeño de promover la cultura en todos los ramos que requiere la prosperidad de un país. La agricultura no ha podido recibir, desde luego, el aliento que sólo es propio en tiempo de paz; pero si se le ha fijado una base de progreso radical,. con el decreto de 8 de abril, por el cual se mandaron vender las tierras valdías, declarando el derecho de propiedad a los indígenas, respecto de aquellas en que r;¡ólo tenían una posesión precaria, repartiéndose proporcionalmente entre los que carecían de ellas. Es necesario haber recorrido el in– terior, conocer el género de trabajo de los naturales y el sis tema de monopolización que había establecido, aun en el cultivo, la inde– pendencia española, para graduar la justicia y beneficencia de este decreto, pudiéndose asegurar que es la primera tabla de la ley agraria del Perú, y el primer documento práctico de la indepen– dencia en pro de los indígenas. Ellos eran antes de su publicación poseedores miserables y ahora son señores con dominio pleno. La única facultad para realizar esta saludable disposición, consistió en encontrar visitadores que no convirtiesen en su provecho la uti– lidad de las ventas y los repartimientos; pero se hallaron, y unos han absuelto su comisión, otros todavía están ocupados en ella. La minería también ha recibido algún fomento, por medio d las nuevas diputaciones que se han establecido en las provincias <le Huamachuco, Pataz, Huaylas y Conchucos, que desde el año 20 habían caído en total abatimiento. Y para fomentar la explotación y beneficio de los metales, se declararon exentos de todo nrola– miento militar a los que se naturalizasen en las haciendas de las minas; de modo que llevado a cabo el decreto de 27 de julio, están puestos los cimientos al progreso de un ramo que principalmente

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