Los ideólogos: José Faustino Sánchez Carrión

598 AUGUSTO TAMAYO VARGAS - CESAR PACHECO VELEZ merece muy distinguido lugar en la consideración del Congreso, han tenido ellos, toda la intervención de este ramo. la memoria que presente el segundo, encargado actualmente del Ministerio de Guerra, informará circunstanciadamente de la organización militar, del estado de los cuerpos y de lo planes que dieron origen, y des– pués sellaron definitivamente el triunfo de la libertad. Por consiguiente, excusado es que supuesta esta memoria re– pita yo especies concernientes a tal materia, y que hable de las providencias y derechos que también por mi conducto se han librado. Con. todo, no podré dejar de decir, que la organización com– pleta del ejército, y su aumento al mismo tiempo de su marcaa, su disciplina y su moral, en medio de elementos que acaban de poner e en concordia, y su bravura sin ejemplo, aun en los anales del valor heroico, están demostrados en las célebres jornada de Junín y Aya– cucho que explican y persuaden tanto, cual no podrán hacer mil menos juntas. Y también debe saber el ongreso, por todo linaje de conductos, las largas penalidades, las indecibles privaciones, los incesantes sufrimientos y los innúmeros sacrificios del ejército, com– parables únicamente con su constancia y con su generosidad. El emprendió una marcha desde Cajamarca hasta Apurimac; trasmon– tó los Andes, y sufrió el influjo de mil diferentes climas, sintiendo sólo el no habérseles ya con los enemigos. El ha servido a cuarta paga ha ta fin de setiembre, en que se le mandó dar la mitad, por– que el Gobierno contaba con algunos otros auxilios pecuniarios. El ejército instrumento de la Independencia, merece toda la gratitud nacional, todas las demo traciones de un pueblo, que saliendo de la cautividad, busca de buena fe, para reconocerle y bendecirle, a su Redentor; debiendo ser el objeto de su reconocimiento el ilustre general en jefe que lo ha mandado. El General Sucre ha recorrido tres veces todo el interior por donde han pasado, podido o debidt• pasar los cuerpos, y sacrificando todos los momentos de su exis– tencia en este tiempo, ha vencido cuantas dificultades pudieron oponer los desfiladeros, las cordilleras, las punas, y toda la frago– sidad de la serranía; de modo que, puede asegurars , que el General Sucre ha llegado donde jamás tocó planta humana. El se ha olvi– dado muchas vec de que era General, por acordarse únicamente que era soldado, un patriota, un amigo clel P rú, un americano. El General La Mar, encargado de r organizar el ej 'rcito de la República, y cuyo mando se l confió, ha trabajado con todo l anhelo, con todo el entusiasmo y con toda la onsa rac10n pr pin. de su honor, y ·onform ·on los h m ntísimos des os qu 1 h n

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