Los ideólogos: José Faustino Sánchez Carrión

JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION 41 dáver [el del prócer ] fué <li ecado por don Cayetano Heredia, quien encontró en el hígado el principio fatal de la desgracia" y termina con estas palabras del certificado profesional expedido por el ilus– tre médico: "Plegue al cielo que mi ministerio no me comprometa jamá a reiterar observacione obre ciudadano tan caros a la patria, tan caro a mi corazón.- ayetano Heredia". Lógico es deducir de todo esto, y así no pareció, que el cadá er en cuestión no era el buscado por no oti·os. Y otro hecho vino a confirmarnos que no estábamo en un errado criterio; la cabez y parte de los hombro del dicho cadáver estaban envueltos en una media esclavina de color morado de colorido, e igual al que usan lo canónigos; siendo el otro encontrado el correspondiente al lado iz– quierdo de e a prenda, pue a la imple vista se aprecian lo oj les que aun se ob ervan. Pudimo así afirmarnos a la idea de que el cad' er en cuestión debe per enecer a algún canónigo, aca o párroco de Lurín, o que se trasladó a esa parroquia que por u excelente clima era preferido en aquello tiempos para los enfermo del pulmón u otras dolencias; de i tiéndonos de seguir adelante por e ·te camino, y re::;tituyendo a sus sepulturas lo cadáveres extraído . En otros lugare adecuado y preferente al cementerio, se hizo C'. cavacioue sin re ultado alguno, pues al separar e la tierra que cubre el primitivo suelo de ' 1 no hay indicio de que guíe el descu– brimiento de que se trata. La tar de encon rar lo i·e o del doctor Sánchez Carrión, que con aplaudible tezón patriótico per~igue el diputado nacional por las provincia de Pataz y Bolívar, don Enrique C. Marquina, si ha de lle arse a efecto en el cementerio de Lurín, demandana el esfuerzo de una compañía de zapadoreo debidamente dirigida para levantar y echar afuera toda la tierra muerta que cubre el pa~1teón, a fin de practicar luego detenida inqui ición en las fo a que deben contener e en el uelo. Que el ilu tre doctor Jo é Sánchez Carrión, recibió cri tiana ·epultura en Lurín e un hecho incontrastable y de ello e prueba fehaciente una copia certificada expedida por el ex párroco señor Aldas, tomado del libro de defunciones re pectivo, que la po ee el doctor Héctor Sánchez Carrión ; y de la cual copia con ta : que e inhumó el cadáver en esa santa igle ia, sin que e to quiera decir precisamente que lo fuera en el propio templo, como e u aba para cierta per onalidade , porque en e te ca o e hubiera indicado en Ja partida la ubicación de la epultura.

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