Los ideólogos: José Faustino Sánchez Carrión

42 AUGUSTO TAMAYO VARGAS ~ CESAR PACHECO VELEZ Al confiar S. E. este establecimiento a la dirección de V. S.r no ha tenido otro objeto que el ver realizada una obra que le me– rece muy particular atención, y que es de tanta trascendencia a la felicidad de esas Provincias. S. E. conoce la posición laboriosa a que deben haber reducido a V. S. los negocios eclesiásticos, en medio de una salud quebrantada; pero al mismo tiempo advierte que el patriotismo de V. S., su puntual exactitud en cuanto se le en\,regue a su cuidado y su particular gu to en todo lo que tiene relación con las letras y la educación de la juventud, le harían sobrellevar esta nueva carga que el Gobierno de la Nación pone sobre sus hombros con la segura confianza de que será cumplidamente sostenida. Con este motivo tengo la honra de ofrecer a V. S. los senti– mientos de mi respeto. (En: EGUIGUREN, Luis Antonio, Oh. cit., T. JI. pp. 24-25). 323 REMUEVESE AL CURA DE HUAYLAS SEBASTIAN PEREZ Circular NQ 50. Caraz, mayo 25 de 1824. Al Vicario de Yungay Dr. Dn. Sebastián Malarin. Señor Vicario. Informado S. E. el Libertador de que el Cura de Huaylas don Sebastián Pérez tiene hermanos en el servicio del ejército enemigo, que su padre se fue con ellos en julio anterior, sin embargo de haber manifestado conformidad con la causa de América, y que el expresado Párroco no ha dado testimonio de un ardiente patr iotismo, los únicos que podrían fundar concepto contra lo que se cree; me manda indicar a V. la necesidad de la remoción de dicho Cura, y de que se presente en la ciudad de Trujillo a estar bajo la inmediata inspección del Señor Gobernador Eclesiástico de aquel Obispado hasta que variadas las circunstancias pueda regresar a su doctrina. Sensible es a S. E. esta medida, pero siendo de pre– caución en favor de nuestras arma , no puede de entender e de ella. Igualmente me manda S. E. recomiende a V. al D. D. José Rudecinto Cataño para que subroge al Dr. Pérez pues además de sus aptitudes y patriot ismo, ha sufrido este Cura una persecución que le tiene sumido en la miseria, lo que no puede observar S. E. sin meditar al mismo tiempo algún alivio para esta clase de sacer– dotes.- Dios, etc. (En: EGUIGUREN, Luis Antonio. Oh. cit., T. JI. pp. 25-26).

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