Los ideólogos: José María de Pando

CARLOS ORTIZ DE ZEVALLOS PAZ SOLDAN 87 del Despacho de Hacienda, a fin de que por aquel departamento se de cuenta a S.E. el Presidente del Consejo de Gobierno, y re– caiga la resolución conveniente que tendré cuidado de comunicar a V. S. oportunamente.- La carta que V. S. me incluyo para r M. Parish Robertson la he dirigido a la Gasa de Cochrane y Ro– bertson de esta Capital, para que se la transmitan; pues dicho su– geto no ha tenido por conveniente realizar la promesa de venir al Perú: El gobierno ha hecho examinar sus cuentas, y resultando contra el grandes cargos ha dispuesto la formación de un Expe– diente a fin de instaurar las demandas judiciales correspondien– tes contra la citada casa.- No pierde de vista el Gobierno, ni por un momento, el importante objeto de remitir caudales a Lon– dres para verificar el pago de dividendos, y proceder a la sucesi– va amortización del Emprestito. La Junta del Credito Público es– ta en el ejercicio de sus funciones, y dentro de algunos meses de– ben haberse recaudado en la Caja de amortizacion fondos sufi– cientes para realizar la primera remesa a ese país. Crea V. S. que este asunto fija preferentemente mi atencion, y que, en cuanto se halle al alcance de mis atribuciones, no cesaré de promoverle con toda la energía y tesón que reclama su grave transcendencia.- Pa– ra lograr el fin a que se dirigen nuestros deseos, es el principal medio la extensa explotacion de los ricos metales del Perú. Las minas presentan por todas partes el aspecto mas lisongero: pero se toca el grande inconveniente de la escaces de azogue, y del al– tísimo precio a que se vende la corta cantidad que existe en el país. V. S. baria un servicio muy distinguido excitando, por me– dio de la prensa a los especuladores de ese país a mirar por sus intereses, enviando al Perú porciones considerables de azogue que lograrán infalible y ventajosa venta, en vez de abarrotar nuestro mercado con estofas y generas de muy difícil, o desventajosa sa– lida. La prohibicion de los azogues espafioles se ha levantado; y si obtenemos con abundancia este necesario ingrediente de explo– tación, la Europa sentira los beneficos resultados de la abundan– cia de plata que debe inmediatamente fluir desde este país, tanto para pagar nuestras deudas como nuestras importaciones.- Ten– go la honra de reproducir a V. S. el distinguido aprecio con que soy su muy atento obediente servidor. José María de Pando

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx