Los ideólogos: José María de Pando

142 JOSE MARIA DE PANDO e a barato escandaloso q. D.N. Robertson, que fue de Lima p. Lon– dres encargado por el Gobierno, hizo del ultimo emprestito por e pagarse de quince mil libras que se le debían; y q. no hubo comer- e te ciante q. no vituperase semejante abuso. Me significó igualm. e e q. este mismo Robertson había llegado a Buenos Ayres, y q. rece– lando pasar a Lima, ha mandado a su hermano D. Guillermo Ro- e e bertson, para q. chansele qualquiera cargo q. le resulte. En efecto ha pasado este con su muger; de quienes me ha asegurado el citado e e Castilla q. son bastante sagaces, y q. van prevenidos de hacer sus e convites, y demostraciones a todos aquellos q. puedan influir di– e recta o indirectamente en la chancelacion q. pretenden. En fin Cas- e e tilla q. hacen días q. hizo visar su pasaporte en esta Legacion, ba– r bra ya tal vez llegado a esa Capital y podrá p. el mismo instruirse e V.S. con disimulo de la conducta q. tuvo el primer Robertson, en Londres con los caudales del Perú. e Uno de los encargos q. me hizo V.S. en las instrucciones fue, e e de q. solicitase si babia algun Peruano en Valparayso, a q. se le pudiese nombrar de Consul. En una de mis primeras comunicacio- e e nes aseguré a V.S. q. no lo había, y q. solo estava allí un D. Fran– cisco Renovales, español con carta de ciudadano del Perú. Despues he practicado otras indagaciones sobre lo mismo, pero tambien sin e e efecto. Es verdad q. este es un paiz q. por su pobreza, y escases de recursos, no pueden venir Peruanos a situarse, como van al Perú e chilenos. Aún los estranjeros q. hay de Europa son bien pocos, e quando en Lima bullen a miles. Ojala q. se formase y publicase un

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