Los ideólogos: José María de Pando

180 JOSE MARIA DE PANDO ocurrido entre los gobiernos Colombiano y Peruano; y el no ha– berse contratado hasta la fecha emprestito alguno, ni poderse con– tratar en el estado presente del comercio ae Londres, sin sepa- 1 rarse de las instrucciones que al efecto recibieron V.S.S. de su go– bierno, V.S.S. me permitiran que examine estas dificultades, y si es dable superarlas sin comprometer su responsabilidad y ho– nor: - ¿Son tales las circunstancias en que varios accidentes im– previstos han colocado a Colombia que justifiquen en los repre– sentantes de un Estado tan íntimamente ligado con ella el obrar conforme a las intenciones de sus comitentes antes de recibir sus ordenes directas? Me parece que no es menester imitir sobre la importancia del credito de una nacion, especialmente una nacían, que comienza su carrera política: sobre la fatal impresion que ha– ría tan desgraciado suceso en Colombia y en el pueblo britanico, cuya adhesion a nuestra causa ha sido de las circunstancias que mas han contribuido a su triunfo; ni sobre el pernicioso efecto de este desastre en el credito de los demas gobiernos americanos; Y en particular sobre las dificultades que opondrían al buen exito de la operacion encomendada a V.S.S. En vano esperarían V.S.S. que renaciese la confianza de los capitalistas britanicos hasta el pun– to de ofrecerles condiciones mucho mas favorables que ahora, si viesen nuevos embarazos en el pago de los dividendos america– nos; y lo ocurrido hasta aora ha tenido consecuencias demasiado funestas para que no procuremos evitar por todos los medios po– sibles que nuevas ocurrencias de la misma especie aumenten mu– chos grados el descredito de los nuevos Gobiernos, y la descon– fianza del publico ingles, o por mejor decir del mundo comer– cial. - Las circunstancias pues son tales (atendida la disposición del Gobierno Peruano a verificar el pago de su deuda, por medio de los productos de su empréstito), que, si no me engaño, podrían V.S.S. sin incurrir responsabilidad alguna anticipar el cumplimien– to de las intenciones de aquel Gobierno al recibo de sus ordenes directas. V.S.S. tienen en las palabras mismas del Vice Presidente de Colombia, atestiguadas por el Secretario de Hacienda, cuya car– ta orijinal está a su arbitrio consultar cuando gusten, toda la se– guridad moral que razonablemente pueden apetecer en cuanto a ser tales las intenciones del Gobierno Peruano. ¿Y no creen V.S.S. contraer una responsabilidad de otra especie, resolviendose a frus– trarlas por la mera ausencia de una formalidad oficial? - Paso a la otra dificultad de no existir en manos de V.S.S. fondos algu– nos por no haberse realizado el emprestito ni convenirles realizar– lo, a causa del embarazo en que se hallan aora los capitalistas de este pais. Sensible es sin duda alguna que no puedan ahora le-

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