Los ideólogos: José María de Pando

188 JOSE MARIA DE PANDO que siendo aquel pago de la mayor importancia relativamente al credito de nuestro pais, creimos servirle mejor dejando al contra– tista desembarazado de toda atencion, y quitandole todo pretexto de que pudiera asirse en caso de no cumplir que agitar una dili– gencia que no habia de tener mejor resultado por que se adelan– tase algunos dias. Pero habiendo pasado el 15 de Abril sin hacerse el pago como debia de ser y como nos habia ofrecido con mil pro– testas el mismo Mr. Kinder, hemos procedido inmediatamente al negocio de cuentas con el esmero que demanda su importancia. Son grandes los tropiezos que encontramos desde el principio, sien– do el primero el que habiendole exijido que nos entregase los bonds u obligaciones existentes en su poder; que no debian haberse emi– tido al publico, nos encontramos con que no se puede verificar la entrega por haber dispuesto de ellos indebidamente El unico re– medio de este mal es entrar en un litis, que debe reputarse por un mal mayor siendo, como son, sumamente dilatorios y extraordina– riamente costosos los pleitos en este pais en donde poca o ninguna proteccion deben esperar los estrangeros especialmente que no pertenecen a Estados reconocidos. Por esta razon no podemos ao– ra decir a V.S. los medios de que nos valdremos en este caso, ni que resultado tendra la conferencia que vamos a tener con Mr. Kin– der sobre la materia. Esta esposición hara ver a V. S. que recursos podemos espe– rar por esta parte. Tampoco los esperamos del emprestito que de– biamos levantar, pues como ya hemos dicho otras veces, no pue– de realizarse por el grande abatimiento de nuestros fondos que al presente a penas se sostienen entre 29 y 30. Para ocurrir a la precisa subsistencia de los individuos de la Legacion en un pais sobre todo encarecimiento caro, y a los gastos de los ocho jove– nes que se educan en pensiones acreditadas nos vimos obligados a hacer uso de la recomendacion que nos dio el Gobierno para el Sr. Robertson, pero la situacion de sus negocios segun nos con– testó, no le permitio prestar los socorros que le pedimos. Esta posicion nuestra es realmente desagradable, y lo pare– cera mas si V. S. tiene presente lo que espusimos en oficio N'? 24 a saber que los fondos de la Legacion que nos restaban en Jamaica a excepcion de una pequeña parte vinieron en letras de cambio contra Londres con el fin de disminuir los costos y perdida que por entonces sufria el dinero traido en metalico. Pero esas letras cuyo valor excedia de siete mil pesos, aunque aceptadas al prin– cipio, han sido protestadas a su plazo, por la ruidosa quiebra de la celebre casa de Goldschmidt contra quien eran giradas. Luego

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