Los ideólogos: José María de Pando

CARLOS ORTIZ DE ZEVALLOS PAZ SOLDAN 219 -El Ministro de RR..E.., José María de Pando, comunica al Cónsul General y Encargado de Negocios en el Imperio del B:rasil, José Domingo Cáceres, sus instrucciones. ( 10-8-826 ). Al Teniente Coronel Dn. Domingo Cáceres. ( 1826 - 1839) Tomo 461 C Archivo Central Min. RR.EE. Agosto 10 de 1826 El Imperio del Brasil es nuestro vecino: la naturaleza de nues– tra posicion indica que deben necesariamente existir relaciones entre aquel Imperio y el Perú; conviene pues que se establescan cuanto antes sea posible, bajo el caracter de la franqueza y de la cordialidad. V. ha sido destinado para esta honorifica mision por S.E. el Consejo de Gobierno, en la legitima esperanza de que la desempeñará cumplidamente. Aunque lleva V. el título y patente de Consul Jral. del Perú, se ha creido conveniente autorizarle tambien con una Credencial de Encargado de Negocios, á fin de que en caso de que conociere V. habría disposicion en el Gobierno del Brasil á admitirle bajo tal caracter, la presente, y reuna las funciones de uno y otro destino. Debe V. manifestar con energia y verdad que el Perú solo am– biciona el reposo y la tranquilidad para mejorar sus instituciones bajo la egide de una libertad racional, distante de los furores de la anarquia y de las ilusiones de la demagogia; y que mira con res– peto toda forma de Gobierno existente en otros paises por diferen– tes que ellas sean de las que hemos adoptado. Bajo estos princi– pios el Perú desea vivir en paz y buena armonia con todas las Po– tencias del globo, cultivando conexiones de estimacion reciproca, protegiendo el comercio de todas las Naciones, y admitiendo á sus subditos que vengan á este país con miras pacificas y honradas. Con mayor razon deseamos estrechar amistad con las Poten– cias del Continente de Sud-América; y lo prueba evidentemente la mision de V. Este testimonio de deferencia acia el Brasil puede servir á v. de apoyo para que se insinue con aquel Ministerio á fin de manifes– tar cuan conveniente á uno y otro pais seria que la Republica Pe– ruana fuese formalmente reconocida como Estado Soberano é in– dependiente; haciendo cejar de este modo los recelos y las inquie-