Los ideólogos: José María de Pando

CARLOS ORTIZ DE ZEVALLOS PAZ SOLDAN 323 -El Ministro de RR.EE., José María de Pando, informa al Cónsul General del Perú en Brasil, Domingo Cáceres, sobre situación po– lítica en el país y le solicita que comunique todo cuanto sea im– portante ocurrido en ese Estado. (23-11-826 ). N? 1 (1826 - 1839) Tomo 461 C Archivo Central Min. RR.EE. Noviembre 23 de 1826 Al Sr. D. Domingo Cáceres Consul J eneral del Perú cerca del Gobierno Brasilense. El abajo firmado Ministro de Relaciones Exteriores del Perú tiene la honra de dirijirse al Sr. Consul del mismo Gobierno cerca del Imperio del Brasil para reiterarle que comunique frecuente– mente cuanto crea importante, que remita los periodicos mas acre– ditados, y hacerle una sucinta po. fiel exposicion del estado político dela Republica. Pasados los horribles acontecimientos qe. presenció el Sr. Con– sul al marcharze, la paz el orden, y el regimen tranquilo dela administracion, han continuado sin inquietudes y sin sozobra. Nuestros conciudadanos harto desengañados por propia y agena esperiencia delos sufrimientos y contrastes que arrastran en pos desi las discordias, solo apetecen el reposo, á cuya sombra flore– ceran los bienes queles preparan las instituciones que van aregir– los; pr. que ellos mismos las han sellado con la mas espontanea y solemne aprobación. El infrascripto puede asegurar al Sr. Consul que jamas Constitucion alguna recibió una acogida mas benigna ene! espíritu publico, ni una sancion tan legitima como la que acaba de obtener el proyecto que se sometió al ecsamen y discu– sion de los Colegios Electorales y que quizá es la vez primera que se ha conseguido hacer que la ley sea el precioso resultado dela voluntad general. El Consejo de Gobierno que ni debe ni quiere mandar por mas tiempo sin freno y contra los sentimientos de su conciencia, apresura la promulgación de esta ley fundamental pa– ra descargarse de la inmenza responsabilidad que le oprime, y po– ner ála nacion en actitud de elegir al ciudadano que creyese capaz de hacerla venturoza presidiendo sus elevados destinos.