Los ideólogos: José María de Pando

CARLOS ORTIZ DE ZEVALLOS PAZ SOLDAN 383 fecha de 13 de Julio último, le dirigio el Señor Ricketts, a causa de la ausencia del Exmo. Señor Gran Mariscal Presidente del Con– sejo de Gobierno. Restituido ya S. E. a esta Capital, el infrascrip– to ha sido autorizado para manifestar al Señor Ricketts: 1? Que la irregular conducta de Sir Murray Maxwell en vio– lentar el bloqueo del Callao y comunicarse con el Jefe sitiado, sin causa alguna legitima, se halla tan probada, aun por la misma co– rrespondencia de dicho oficial, que el Gobierno del Perú no puede menos que esperar de la justicia del de S.M. Britanica, que ma– nifestara altamente su desaprobación de aquellos procedimientos inexcusables. 2? Que la Informacion jurídica hecha con motivo de las acu– saciones dirigidas por varias personas contra el mismo Sir Mu– rray Maxwell relativamente a extraccion de caudales de la forta– leza del Callao, fue transmitida por el Gobierno a sus Ajentes en Londres; y que por lo tanto se ha prevenido lo que desea el Señor Ricketts, puesto que dichos Señores tendran la honra de poner dicho documento en manos del Señor Ministro Canning; en caso de que gustase enterarse de su contenido. 3? Que si el Ministro predecesor del infrascripto enuncio al– guna expresión que pudiese dar a entender prestaba credito a la mencionada acusación contra Sir Murray Maxwell, sin duda fue inducido por las muchas circunstancias que se convinaron para darle verosimilitud; especialmente la extraña desaparicion de los ingentes caudales que existian en la fortaleza, y la inconcebible imprudencia cometida por el mencionado oficial de extraer de una plaza bloqueada y en epoca tan delicada, algunos barriles y cajones cerrados y de mucho peso. Por lo demas, el Gobierno del Perú, no solo guiado por los principios de justicia y de rectitud que le distinguen, sino influido también por el aprecio que le merecen los funcionarios del Go– bierno de S.M. Britanica, no podria jamas creer que un Jefe de su Marina Real fuese capaz de mancharse con una bajeza, sin te– ner para motivar su asenso pruebas tan claras como la luz del dia, que por fortuna no existen en el caso actual. El Infrascripto tiene la honra de reiterar al Señor Ricketts con este motivo las seguridades de su distinguida consideracion. José María de Pando

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