Los ideólogos: José María de Pando

48 JOSE MARIA DE PANDO Asegure V. S. pues al Gobierno de Chile que deseamos cor– dialmente su felicidad; que anhelamos por que se constituya so– lldamente sobre la base de los verdaderos principios sociales san– cionados por la experiencia; y que nos hallamos muy dispuestos a celebrar todos aquellos pactos que sean capa.ces de establecer las relaciones de un pays con otro sobre un pie estable y reci– proca.mente ventajoso. A ~te fin debe concurrir la franqueza en la correspondencia de un Gobierno con otro, y la generosidad de no permitir que es– critores incautos o malvados calumnien a una Nación hermana, pongan en rldiculo a sus gobernantes, prediquen la sedición, ati– zen los odios, y aconsegen la venganza; ni que individuos expulsa– dos por sus tramas desorganizadas, conviertan el asilo de la hos– pitalidad en una fragua de intrigas y de maquinaciones criminales. La atención de V.S. debe fijarse sobre las deliberaciones del Cuerpo legislativo y sobre la marcha del Gobierno del pays donde va a residir: a fin de comunicar al Gobierno noticias exactas que pueden serle útiles, particularmente aquellas que tengan conexion con las relaciones que existen o se formen entre Chile y los demas Estados Americanos, o Potencias transmarinas. Se servirá V .S. tambien trasmitir al Gobierno de los mejores papeles que se publiquen tanto en Chile como en Buenos Aires; sin descuidar tampoco los de Europa que pudiese adquirir a fa– vor de las conecsiones que deberá formar con los ajentes extran– geros residentes en aquella República. Será necesario que luego que se halle V.S. egerciendo las fun– ciones de su destino, publique un aviso dirigido a hacer conocer (conocer) al publico que los Peruanos que traten de trasladarse de Chile a este pa,ys, deben sacar pasaporte de V.S., sin cuyo re– quisito no seran recibidos; cuidando V.S. de no conceder tal.es documentos sino a aquellos que no presenten algun motivo de fundado recelo acerca de sus intenciones. Todas las demas perso– nas que vengan a este pays debe hacer visar sus pasaportes por V. S., sopena de no permitirseles desembarcar. Muy útil será que V. S. se informe si existe en Valparaiso domi– ciliado algun Peruano de inteligencia y probidad, a quien poder investir con el Título de Consul del Perú en aquel puerto. En resumen, los deberes de V.S. estan reducidos a dos princi– pios muy sencillos: cultivar con esmero las relaciones de amistad que deben unir al Perú con Chile, disipando las sombras que han

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