Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

CII CÉSAR PACHECO VÉLEZ entusiasmo ciego, no hemos considerado que tanto empeño en favor de un pais que nos es extranjero, a quien nada debemos, de quien no dependemos y de quien nada podemos esperar, es una trahición cruel contra aquel en donde somos nacidos ... 137 • Páginas adelante de la Carta la idea del pacto aparece otra vez muy claramente: "Consultemos nuestros anales de tres siglos, y allí veremos la ingratitud y la injusticia de ra corte de España, su infidelidad en cwrn– plir sus co11 tratos, primero con el gran Colombo, y después con los otros conquistadores, que le dieron el imperio del nuevo-mundo, bajo condicio1 es solemnemente estipuladas. Veremos la posteridad de aquellos hombres generosos abatida con el depTecio, y manchada con el odio que les ha calumniado, perseguido y arruinado" 138 . Pau ilustrar con un concreto hecho histórico cuanto acaba de afir– mar recurre Viscardo a un suceso y a un testimonio harto significativos: el del Inca Garcilaso sobre la represión por parte del Virrey Toledo -"aquel hyprocrita feroz"- de los jóvenes aristócratas mestizos del Perú entre los que estaban los herederos legítimos de los Incas, con ocasión del levanta– miento del primer Túpac Amarn. La cita del Inca Garcilaso sirve a Vis– cardo, por una doble vía, para legitimar el proyecto nacional hispanoameri– cano, en este caso concreto, el peruano: "Se acusa, dice Garcilazo, a los que han nacido en el pays de madres indias y de padres Españoles conquistadores de aquel imperio: se aleg;iba de que habían secretamente convenido con tupac-Amaru, y los otros Incas, de excitar una rebelión en el reyno, para favorecer el descontento delos que eran nacidos de la sangre real de los Incas, ó cuyas madres eran hijas, sobrinas o primas hermanas dela familia delos Incas, y los padres Españoles y delos primeros conquistadores que havian adquirido tanta reputación; que estos estaban tan poco atendidos, que ni er derecho natural de las madres, ni los grandes ser– viicos y méritos de los padres, les procUTaban la menor ventaja, sino que todo era distribuido entre los parientes y amigos de los goberna– dores, quedando ellos expuestos a morir de hambre ... ". Y continuando con la cita de la segunda parte de los Comentarios Reales, que sin duda Viscardo retraduce de una edición francesa, pues las v~riantes con el original del Inca son visibles, transcribe las patéticas pa– IabTas de la madre india al hijo mestizo, preso y condenado a muerte: "Hijo mío, puesque se te ha condenado ala tortura, sufrela va– lerosamente como hombre de honor, no acuses a ninguno falsamen- 187 138 p. 2, párrafo 39, p. 3, párrafos 1 Q y '29, p. 4, párrafo 19. p. 11, párrafo 29, p . 112, párrafo 19.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx