Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

CXII CÉSAR PACHECO VÉLEZ Pérez de Tudela, que a la sazón impugnaba en la Sociedad Patriótica el proyecto monárquico de Montegudo. Pero el Congreso Constituyente de setiemb re de ese año no reparó en la fi gura del arequipeño a la hora de de– claTar justicieramente beneméritos de la patria a quienes, como Rodríguez de Mendoza y tantos otros, habían luchado por ella desde los inicios del pro– ceso emancipador. Un largo silencio puso a Viscardo en, el olvido. La primera síntesis historiográfica republicana, el primer testimonio del estado de la conciencia histórica del Perú independiente es tal vez el breve y superficial opúsculo de José María CóTdova y Urrutia L as tres épocas del Perú y Compendio· de su historia (Lima, 1844) que no omite en sus efemérides y cronologías la re– ferencia a la rebelión de Túpac Amaru, pero en cambio parece desconocer por completo a Viscardo y a su Carta. Ni Mariano Felipe Paz Soldán en la Historia del Perú Independiente, ni Manuel de Mendiburu en su Dic– cionario Histórico Biográfico del Perií, las dos primeras grandes síntesis de aliento de la historiografía republicana, se detienen en la figura de Viscar– do. Paz Soldán, cuya obra comenzó a publicarse en 1868, dedica a Viscar– do apenas una línea en las breves páginas del capítulo inicial que resume, desde Túpad Amaru hasta la llegada de San Martín, cuarenta años precur– sores de la emancipación. Y en el monumental Diccionario de Mendiburu, que comienza a publicarse en 1874 y es modelo de erndición histórica se– gura para su época, no hay rastro de Viscardo. · La aparición de Viscardo en el horizonte historiográfico habría de producirse en los dos focos periféricos de la lucha independentista que lue– go concluirían en el Perú -Caracas y Buenos AiTes- y en los cuales ha– bía sido mas profusa y honda la huella de su mensaje revolucionario. La primeTa referencia, de hace exactamente un siglo, pasó inadvertida: es la breve e imprecisa descripción de la edición porteña de la Carta hecha por Antonio Zinny en su bibliografía hi stóTica rioplatense, de 1875 163 • Fueron los biógrafos de Miranda los que iniciaron la exhumación del nombre de Viscardo y ofrecieron los primeros elementos para construir una biografía que aun hoy presenta claroscuros y lagunas . Pero los primeros juicios históricos no los formuló Becerra como cree Var– gas Ugarte, sino Bartolomé Mitre. En efecto, en la segunda edición de la His– t oria de San Martín y de la emancipación americana, aparecida en Buenos Aires en 1890, a que ya nos hemos referido, h ay un primer: intento de ubi– caT a Viscardo. El ingreso de nuestro personaje a la historiografía es incierto y brumoso. Mitre cree que la Carta. es un encargo directo de Mi– randa· no conoce las dos primeras ediciones de Londres; cree que la segun– da se ha hecho en Estados Unidos; al parecer no conoce tampoco la edi- 163 Antonio Zinny, Bibliografía Histórica de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Buenos Aires, 1875, pp. 186-187.

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