Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

TRAS LAS HUELLAS DE VISCARDO cxv Acaso el primer trabajo dedicado a Viscardo sea el de Pedro José Rada Y Gamio, político que asumió también las tareas de historiador "ofi– cial" en los días del centenario de la independencia, autor de un breve ar– tículo, leve e indocumentado, que se publicó en el número extraordinario de la revista limeña Mwndial, de 1921,. precisamente conmemorativo de esa efemérides. Mas en rigor la primera escueta biografía de Viscardo fue la publi– cada por Rubén Vargas Ugarte S.J. en 1925 en la R evista Histórica. Var– gas Ugarte añadió a los datos que ya se conocían por las biografías de Mi– randa, otros nuevos obtenidos en el Archivo Histórico Nacional de MadTid Y de la sección de manuscritos de la Biblioteca Nacional de Lima. Esas investigaciones y ese breve trabajo de catorce páginas 169 fue el inicio de una preocupación y un interés por el tema que luego daría varios otros fru– tos. En esa primera síntesis biográfica precisó VaTgas Ugarte que Viscardo nació en Pampacolca y no en Arequipa como hasta entonces se repetía. Pero, en cambio, no dio aun con la fecha exacta del nacimiento. Tomando el dato de un catálogo de jesuitas de la Provincia del Perú, indicó el 27 de enero de 1747 como el día del natalicio. Trazada con las noticias que has– ta entonces se tenían sobre la difusión de la Carta y con las referencias a la vida de los hermanos Viscardo en el norte de Italia que podían obtenerse de los legajos de Temporalidades de los jesuitas del archivo madrileño, esta primera semblanza biográfica, muy insegura aun y con grandes lagunas, no sólo resume cuanto entonces se conocía del personaje, sino que añade valio– sa información. Al mismo tiempo que Vargas Ugarte en Lima, trabajan en Arequipa sobre el tema de Viscardo dos paisanos suyos: Santiago Martínez y Fran– cisco Mostajo. El primero publicó un primeT trabajo en el diario El Deber de Arequipa, en octubre de 1924 y otro posterior, en 1930, en el Boletín del Museo Bolivariano, de Lima. El trabajo de Mostajo escrito en 1926 para la revista El D erecho, órgano del Colegio de Abogados de Arequipa, apare– ció primero, con Tetraso de cuatro años, en el último número del citado Bo– letín del Miueo Bolivariano. Ambos ensayos aportan interesantes noticias sobre el linaje arequipeño de los Viscardo. El estudio de Mostajo, el poeta e historiador postromántico y moderni ta de Arequipa tiene mayor signi– ficación y aparece· en 1930 con unos "parágrafos adicionales" en que se pu– blica la partida de bautismo de Viscardo y se hacen algunas pTecisiones al artículo de Vargas Ugarte, sobre todo respecto a la geografía aTequipeña. Mostajo pone fin a su sagaz ensayo con un soneto de su inspiración que no ha sido luego muy difundido y que, junto a los iempre citados versos de Bello, constituye hasta ahora el principal homenaje poético a la memoria de Viscardo: 169 Cfr. nota 3.

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